En la red corporativa, la sostenibilidad del negocio encuentra su base más crítica en la solidez del liderazgo y la resiliencia de los altos mandos. El C-Level conduce una estrategia, pero también encarna una cultura.

Y cuando ese liderazgo se ve afectado por el estrés crónico, producto del agotamiento sostenido en el tiempo, pasa a convertirse en un riesgo sistémico.

La antigua figura del líder hiperconectado, antes asociada al compromiso absoluto, hoy es percibida como un síntoma individual que impacta en toda la organización y deja de ser atractiva para quienes buscan resultados de excelencia.

La experiencia global de los últimos años ha dejado bajo la sombra estos estilos de gerenciamiento por los enormes costos que generan en todos los planos.

Se demostró que ese comportamiento habitual en la alta dirección durante muchos años impacta directamente en la capacidad de decisión, la continuidad del know-how y ponen en riesgo la salud mental propia y de los integrantes de la compañía.
Se demostró que ese comportamiento habitual en la alta dirección durante muchos años impacta directamente en la capacidad de decisión, la continuidad del know-how y ponen en riesgo la salud mental propia y de los integrantes de la compañía.

El liderazgo contemporáneo, el que las compañías buscan para sostener el futuro, es otro: es el que posee la visión para proteger la capacidad humana y cognitiva, aquel que sabe cuándo avanzar y cuándo poner un límite, el que comprende la repercusión de estas conductas en el bienestar emocional de su equipo, y por ende, en su productividad.

Es importante identificar que la incapacidad de desconexión durante las pausas, un comportamiento habitual en la alta dirección, puede llegar a ser en algunos casos un indicio de burnout y/o de una adicción laboral, condiciones que impactan directamente en la capacidad de decisión, la continuidad del know-how y que ponen en riesgo la salud mental propia y de los integrantes de la compañía.

La fatiga en estos niveles y/o el no poder parar es un riesgo corporativo, una red flag que obliga al análisis de las dinámicas internas y a la revisión de los costos que representan para la compañía: personales, estratégicos, operativos y financieros.

Las consecuencias de un líder excedido en su tolerancia psicofísica son inmensas. Es importante estar atentos a esto. Debe ser una prioridad y un eje del management de riesgos con impacto directo en el bottom line. El C-Level necesita tomar la decisión de garantizar la continuidad protegiendo a las personas y a la estrategia central, y, de ser necesario, impulsar urgente una transformación cultural.

Asegurar la posibilidad del cambio es la inversión más inteligente para el crecimiento del negocio y de quienes forman parte de él. Un líder que puede desconectarse y vivir de manera equilibrada, transmite, a través del ejemplo, un mensaje valioso: el alto rendimiento se basa en la recuperación.

No es necesario padecer para ser eficientes. Quien logra atravesar su propia adversidad, se muestra realmente humano y reconoce al trabajo como un espacio conectado con su deseo, esa energía creadora que motoriza ideas y permite salir robustecido, capaz de construir los cimientos de una cultura verdaderamente resiliente.

La desconexión se convierte, en este contexto, en un nuevo indicador de potencia, en una competencia poderosa: la habilidad ejecutiva que permite abordar la vulnerabilidad propia y ajena sin quebrarse en el proceso. Y eso redefine las herramientas de gestión de carrera.

De esta manera, el C-Level se anticipa y comienza a ver procesos como el Coaching y el Outplacement no solo como beneficios adicionales, sino como una suerte de seguro de vida para su cúpula: una inversión proactiva que trasciende el momento de la desvinculación y demuestra su impacto personal y productivo, incluso en la rentabilidad, con métricas concretas.

Un ejecutivo que sabe sostenerse, que puede reorientar su carrera y encontrar nuevos sentidos, que logra salir fortalecido, identificar un propósito y aprender a liderar el cambio organizacional de forma consciente, es el único capaz de multiplicar resultados positivos en su entorno. Sabe cuidar de sí mismo y de sus equipos, y eso sin duda, genera un impacto colectivo.