La recta final de la campaña electoral en Catamarca muestra un escenario que hasta hace poco parecía impensado: La Libertad Avanza se consolidó como la segunda fuerza provincial y disputa voto a voto el liderazgo político en la capital, con una estructura que hace apenas un año era incipiente.

El espacio que lidera Adrián Brizuela, acompañado por un equipo de jóvenes profesionales y dirigentes del interior, logró instalar una narrativa potente: "El país ya eligió cambiar; ahora es momento de que Catamarca acompañe ese cambio."

A diferencia de campañas anteriores, LLA enfocó sus esfuerzos en conectar la realidad provincial con el impulso nacional que representa el gobierno de Javier Milei. "Catamarca no puede seguir siendo una isla del privilegio. Es hora de dejar atrás la Jalilandia del pasado y abrir las puertas a una provincia que produzca, trabaje y sea libre", afirmó Brizuela durante un encuentro con medios locales.

Con un mensaje centrado en orden, alivio económico y transparencia, los libertarios catamarqueños supieron capitalizar el clima de hartazgo frente a la política tradicional. Los ejes reformistas nacionales -reforma penal, simplificación impositiva y fin de los privilegios de la clase política- se adaptaron al discurso local bajo un formato claro y directo: "El que las hace, las paga; menos impuestos para los que producen; y cero privilegios para los que gobiernan."

Según los últimos estudios de opinión, el espacio libertario registra un crecimiento sostenido en los principales centros urbanos, en particular en San Fernando del Valle de Catamarca, donde los jóvenes y trabajadores independientes muestran la mayor predisposición al voto por el cambio.

Fuentes del equipo de campaña confirman que el objetivo de esta última semana es "nacionalizar el mensaje y provincializar la emoción". Esto significa reforzar la idea de continuidad del cambio iniciado en 2023, pero adaptando la comunicación al sentimiento local de orgullo y pertenencia. "Catamarca no puede quedarse atrás mientras el país avanza. La gente entiende que el esfuerzo de este año tiene que valer la pena", sostienen los estrategas del espacio.

El concepto de "Jalilandia o Libertad", que generó gran repercusión en redes sociales, marcó un punto de inflexión en el tono de la campaña. Desde La Libertad Avanza aseguran que el término no busca atacar personas, sino exponer un modelo agotado. "Es un símbolo de cómo se gestionó la provincia durante décadas: con poder concentrado, favores políticos y poco futuro para los jóvenes. Lo que proponemos es lo contrario: una Catamarca abierta, productiva y meritocrática", explican.

El oficialismo provincial, con su estructura consolidada y recursos territoriales, sigue siendo el rival a vencer. Pero incluso dirigentes de otras fuerzas reconocen que la irrupción libertaria modificó definitivamente el mapa político. "Por primera vez en mucho tiempo, el peronismo catamarqueño tiene enfrente una oposición competitiva y con discurso propio", analizan fuentes cercanas a la campaña.

En el comando libertario destacan que, más allá de los resultados, el objetivo ya se cumplió: "Instalamos una nueva forma de hacer política, más transparente, sin intermediarios y con un mensaje claro: Catamarca también puede cambiar."

A cuatro días de las urnas, el equipo de Brizuela encara la última etapa con optimismo. La estrategia se centra en el voto útil y el llamado al ciudadano independiente que aún no decidió su apoyo. "Esta elección no es entre candidatos, sino entre dos modelos: seguir en el pasado o avanzar con libertad. Catamarca tiene la oportunidad de sumarse al cambio nacional y dejar atrás el estancamiento", enfatizó Brizuela.

Si el resultado de las urnas acompaña la tendencia de crecimiento, La Libertad Avanza podría obtener representación parlamentaria por primera vez en Catamarca, rompiendo una hegemonía política de más de tres décadas. Para sus dirigentes, más allá de las cifras, el mensaje ya caló hondo: "El cambio que empezó en la Nación llegó también a Catamarca, y esta vez, no hay vuelta atrás."