El secretario del Tesoro, Scott Bessent, se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, en Washington, en el marco de la visita del equipo económico para avanzar en las negociaciones por un apoyo financiero a Argentina. "Me complace dar la bienvenida Luis Caputo y a la delegación argentina a la Secretaría del Tesoro. Durante su estadía aquí en Washington, continuaremos nuestras productivas discusiones sobre las diversas opciones que el Tesoro tiene preparadas para apoyar las fuertes políticas de Argentina", tuiteó el funcionario estadounidense. El Tesoro de EE.UU planteó varias opciones de auxilio a la Argentina. Se habló de un swap (intercambio de monedas) por u$s 20.000 millones. Pero luego, Bessent hizo hincapié en alguna ayuda a través de la participación de Estados Unidos en el FMI, a través de los DEG. Se trata del primer encuentro entre las máximas figuras en materia económica, en medio de las negociaciones por una línea de asistencia financiera para Argentina, y antes de la visita del presidente Javier Milei a su par estadounidense Donald Trump, en la Casa Blanca, prevista para el 14 de octubre. Caputo viajó acompañado de sus colaboradores más cercanos: su viceministro, José Luis Daza, quien conoce hace años a Bessent, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. La asistencia a través de los DEG (derechos especiales de giro) es una alternativa que planteó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. La funcionaria manifestó que tuvo conversaciones con Bessent al respecto. Y que esperaba el fruto del diálogo entre Bessent y Caputo sobre esta cuestión. La asistencia del Tesoro a través del Fondo de Estabilización Cambiaria es un viejo conocido pero que entró en desuso a mediados de los 90, luego de que se usara para asistir a México, que atravesaba la conocida crisis del tequila. Caputo viajó con el presidente a Estados Unidos hace unas semanas. Allí, Milei se llevó un tuit de Trump -que se lo obsequió enmarcado- donde se enfatizaba el respaldo del mandatario republicano hacia el argentino. Trump fue un paso más allá y hasta pidió la reelección (en 2027) de Milei como presidente. En su primera manifestación sobre un apoyo a Argentina, Bessent detalló el menú de opciones que estaban sobre la mesa. Entre ellas, incluyó un swap por u$s 20.000 millones, la compra de pesos y la compra de bonos en el mercado secundario y el primario. Sin embargo, en ese entonces destacó el rol que tendrían las elecciones para el avance de apoyos y anuncios concretos: por un lado, sostuvo que estaba hablando con empresas estadounidenses para canalizar inversiones luego de las elecciones legislativas que se llevarán a cabo el 26 de octubre, y agregó que "inmediatamente después de las elecciones, comenzaremos a trabajar con el gobierno argentino en el pago de sus principales deudas". Esto supone una mayor presión en un escenario electoral ya tensionado y que puso al esquema cambiario en la mira de los analistas que sostienen que debe haber una modificación al esquema actual. Otras voces desde Estados Unidos plantean que Argentina debería ir a una flotación libre, en especial si accede a fondos del Tesoro estadounidense. Una de las posibilidades que más resuena es que el swap se canalice a través de Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del FMI, cobró relevancia cuando el secretario Bessent aseguró que trabaja en un swap con Argentina pero que no pondrían plata. Más tarde, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que conversó con Bessent "los amplios planes de asistencia financiera de Estados Unidos, incluyendo el uso de las tenencias estadounidenses de DEG". El estatuto del FMI especifica que "muchos países miembros que no necesitan el apoyo, han utilizado DEG para respaldar el financiamiento concesional a países de bajos ingresos". El Tesoro cuenta en su Fondo de Estabilización Cambiaria con tenencias de DEG por u$s 174.866 millones. Si recurriera a estos fondos, técnicamente no sería Estados Unidos quien "pone plata" en Argentina, ya que primero que nada se trataría de un swap, un intercambio de monedas, que además tendría como aporte de ese país los DEG, que se componen por una canasta de las principales monedas de los países que integran el organismo. Este mecanismo, indicó el exdirector del Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser, permitiría a Argentina usar los DEGs de Estados Unidos y pagar una tasa de interés considerablemente baja. Otros conocedores de las negociaciones tanto con Estados Unidos como con el FMI, especificaron que en caso de hacerse el swap con los DEG, no se necesitaría una aprobación por parte del directorio del FMI. Si bien sería un acuerdo bilateral, el aval del FMI aporta respaldo político a la negociación, dado que es el principal acreedor de Argentina. Desde este lunes fue oficial la asunción de Dan Katz como subdirector gerente del organismo. Katz viene de desempeñarse como jefe de Gabinete de Bessent en el Tesoro y, con él, Estados Unidos posiciona su línea sobre el rol que considera que debe cumplir el organismo en el mundo El traspaso de los DEG sí implicaría eventualmente cambiarlos por dólares para su uso. "Para usarlos, se los entrega a un país que está en la lista de miembros que reciben DEG y entregan dólares", explicó Loser. El desafío principal que enfrenta Argentina son los vencimientos de deuda de enero y julio del año próximo. Según detalló Quantum Finanzas, los vencimientos con organismos multilaterales en lo que queda del año ascienden a u$s 2295 millones, mientras que en 2026 alcanzan los u$s 7521 millones, de los cuales casi la mitad son con el FMI (u$s 3413 millones). Estos últimos podrían ser cubiertos por los propios DEG que otorgaría Estados Unidos sin necesidad de convertirlos. Sin embargo, el desafío más urgente, ya que con los organismos se confía en que se pueden renegociar, son los títulos de deuda y las letras. Los vencimientos de capital e intereses ascienden a u$s 10.718 millones, de los cuales u$s 7677 millones pertenecen exclusivamente a vencimientos de capital. A ello debe sumarse los vencimientos de capital de los BOPREAL, un bono emitido por el Gobierno para intentar saldar el problema de deuda de los importadores. Los vencimientos son por u$s 1000 millones en noviembre de este año y u$s 2000 millones en el primer semestre de 2026.