

Desde este jueves, España deja de conceder las "golden visa", los permisos de residencia para extranjeros no comunitarios que invierten más de 500.000 euros en vivienda o realizan aportaciones de capital al país. Esta medida, aprobada en 2013 durante el Gobierno de Mariano Rajoy, llega a su fin tras la decisión del Congreso de eliminarla con el objetivo de reducir la presión sobre el mercado inmobiliario.
El Gobierno de Pedro Sánchez llevaba tiempo planteando suprimir este mecanismo, especialmente después del aumento de solicitudes en los últimos años. Entre 2013 y 2023, se otorgaron 14.576 visados dorados, según datos del Ministerio de Vivienda. La mayoría de estos permisos (94%) fueron concedidos por inversión inmobiliaria, con Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma y Valencia como los principales destinos.
El fin de este programa se materializó mediante una enmienda incluida en la nueva ley de eficiencia del servicio público de Justicia, que suprime los artículos de la Ley 14/2013 relacionados con las golden visa. No obstante, quienes hayan solicitado el visado antes de la entrada en vigor de la medida podrán mantenerlo bajo una disposición transitoria.

¿Cómo afectará al mercado inmobiliario?
El Gobierno sostiene que la eliminación de las golden visa permitirá liberar viviendas en las principales ciudades y aliviar la presión sobre los precios. Sin embargo, el impacto real de la medida es incierto.
Estos visados representaron solo el 0,25% de las compraventas de vivienda en España en los últimos 11 años.
A pesar de su bajo peso en el total del mercado, estos permisos han sido populares entre ciudadanos chinos, rusos, británicos, estadounidenses y ucranianos, además de inversores latinoamericanos, especialmente de Colombia, México y Venezuela. En Madrid, han proliferado carteles de inversores chinos en busca de propiedades, lo que evidencia el interés extranjero en el sector.
¿Qué opciones tienen los inversores tras el fin de la "golden visa" en España?
Hasta ahora, la visa dorada ofrecía residencia a cambio de diferentes tipos de inversión. Con su eliminación, los inversores extranjeros deberán recurrir a otras vías para obtener la residencia en España, como los permisos para emprendedores o la residencia no lucrativa, que exige demostrar ingresos suficientes sin necesidad de trabajar en el país.
El fin de la golden visa representa un giro en la política de atracción de capital extranjero y abre un nuevo escenario para el mercado inmobiliario y los inversores que buscaban en España una oportunidad de residencia.














