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La llegada del invierno trae un ajuste que millones de españoles esperan con dudas: el cambio de hora. Este ritual se realiza dos veces al año y tiene origen en disposiciones comunitarias. Como recuerda el BOE, "el cambio de hora va a seguir existiendo en nuestro país hasta 2026".

En 2025, el paso al horario de invierno será en octubre. Según lo establecido, "en la madrugada del 25 al 26 de octubre de 2025 se producirá el cambio de hora en España para entrar en el horario de invierno. Concretamente, a las 03:00 pasarán a ser las 02:00".

Origen del cambio de hora en Europa

En España, el primer cambio de hora se produjo en 1918, aunque no fue continuo. De hecho, durante la Guerra Civil regían dos horarios diferentes, uno para la zona de cada bando. Más adelante, en 1940, el régimen de Franco decidió que España tuviera el mismo horario que la Alemania nazi y los países de Europa Central, lo que no ha sido modificado desde ese momento. El horario de verano regresó en la década de 1970 "por la crisis del petróleo" y desde entonces forma parte de la rutina anual de los ciudadanos.

Calendario oficial hasta 2026: ¿cuándo es el último cambio de hora?

El Boletín Oficial del Estado (BOE) confirmó las fechas de los cambios de hora hasta 2026. Así, el horario de verano en 2025 comenzó el 30 de marzo y en 2026 lo hará el 29 de marzo. En cuanto al horario de invierno, la fecha será el 26 de octubre de 2025 y el 25 de octubre de 2026.

Sin embargo, existe incertidumbre sobre lo que ocurrirá después. Como señala la Comisión Europea, en 2019 se planteó que los países decidieran si preferían mantener el horario de verano o el de invierno de manera permanente, al considerar que "su impacto económico es escaso en la era tecnológica".

¿Realmente ahorra energía el cambio de hora?

El debate sobre el ahorro energético sigue abierto. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) estimaba en 2015 que el cambio de hora podía representar "un ahorro energético del 5% del consumo total".

Pero en 2019, el Ministerio para la Transición Energética aclaró que "no existen informes actualizados ni experiencias contrastadas que permitan aseverar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos".

Además, añadió que "las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación, edificación y en los sistemas de climatización, han modificado significativamente los datos que originalmente se utilizaron para calcular los ahorros energéticos".

Esto significa que, si bien en sus inicios estaba concebido para reducir gastos en iluminación, hoy no hay consenso sobre si produce un beneficio real en la factura energética.

Impacto del cambio de hora en la salud

Los expertos tampoco coinciden sobre los efectos en la salud. Lo que sí se sabe es que "desde un punto de vista fisiológico, el cambio de hora altera la secreción de melatonina, una hormona que regula el sueño".

El organismo puede experimentar consecuencias como "cansancio o la fatiga hasta la irritabilidad, con un mayor grado de afectación en niños y personas mayores". En general, "la estimación es que en tres días el organismo se ha habituado a la modificación horaria".

Otros especialistas niegan efectos graves, argumentando que la variación de la luz solar por la inclinación de la Tierra ya genera cambios constantes en los ritmos biológicos.

¿Hay que modificar los relojes manualmente?

Hoy en día, la tecnología ha facilitado este proceso. Como explican los especialistas en informática, el ajuste automático se produce gracias al Network Time Protocol (NTP), que "sincroniza los relojes de los sistemas informáticos mediante Internet o LAN".

Este sistema asegura precisión en sectores críticos, como la seguridad, donde "no ha de haber ni un mínimo retraso de fracciones de segundo en determinados sistemas informáticos".

Así, lo que antes implicaba ir reloj por reloj en casa, ahora se resuelve en segundos de forma automática en móviles, ordenadores y electrodomésticos conectados.