

La princesa Amalia, futura reina de los Países Bajos, ha dado este verano un relevante salto en su formación personal y profesional. Tras culminar su primer grado universitario, la joven se dispone a afrontar un nuevo reto: un programa formativo junto al Ejército.
A sus 21 años, Amalia combinará ahora una carrera en derecho en la Universidad de Ámsterdam con una formación militar como reservista, una decisión que la coloca en sintonía con otras herederas europeas como la princesa Leonor.
Un programa militar con vocación de servicio
La ruta militar de la princesa se articula a través del Defensity College, una iniciativa del Ministerio de Defensa neerlandés pensada para estudiantes universitarios que desean convertirse en reservistas.
En este programa, los alumnos realizan actividades físicas y teóricas entre uno y dos días a la semana, con posibilidad de participar en módulos tan diversos como comunicaciones satelitales, reducción de emisiones en buques o formación en historia militar.

Ese enfoque flexible le permitirá a Amalia encajar esta nueva faceta con su vida académica y su presencia pública. Lo hará en áreas como Marina, Ejército de Tierra, Fuerza Aérea o Policía Militar, eligiendo y cambiando de especialidad semestralmente.
Una formación sin tratos especiales
Desde las Fuerzas Armadas neerlandesas, su ingreso ha sido bien recibido, aunque subrayan que no recibirá un trato especial por su posición real. Empezará con el rango de cabo, e irá progresando (si cumple los requisitos) hacia teniente segundo, como cualquier otro alumno.
La princesa deberá elegir en cuál de los cuerpos se formará, rotando según sus preferencias y las necesidades institucionales.
Su entrenamiento incluirá módulos como tiro, orientación con mapas y obstáculos físicos hasta avanzar, una vez recuperada de la fractura de brazo sufrida a inicios de junio, en actividades más complejas como el famoso evento de la Marcha de Nijmengen.
En qué se diferencia del entrenamiento que está realizando la princesa Leonor
Al igual que la princesa Leonor, Amalia está dando un paso simbólico y práctico hacia la defensa nacional, aunque con diferencias claras entre las necesidades de ambos países.
Mientras Leonor comenzará su formación en academias militares navales y terrestres en España, Amalia se formará a tiempo parcial como reservista, en línea con el rol menos institucional del rey de los Países Bajos en el mando militar.
Este enfoque evidencia cómo cada monarquía adapta sus tradiciones a su marco constitucional: en España, Leonor será la comandante suprema; en Holanda, Amalia se forma para servir más allá del símbolo, apostando por la profesionalización y el vínculo ciudadano con la milicia.
Una formación integral para asegurar el futuro de la corona
Este nuevo capítulo se suma al sólido perfil académico ya iniciado por Amalia: Graduada en política, psicología, derecho y economía, ahora cursará un grado en derecho neerlandés en la Universidad de Ámsterdam. La futura reina también trabaja su tesina sobre el fenómeno de los deepfakes y su regulación en Europa.
La combinación de estudios, compromiso público y formación militar muestra una faceta de líder preparada para afrontar los retos de un siglo XXI complejo. Tal mezcla de preparación refleja una evolución de las monarquías europeas hacia una imagen más activa, comprometida y cercana.













