

Los meteorólogos han lanzado una advertencia sobre un inminente colapso del vórtice polar que podría provocar un drástico descenso de las temperaturas en Norteamérica y Europa durante los próximos meses. Aunque este fenómeno suele asociarse con los inviernos más fríos, su impacto en la primavera y el verano podría generar episodios de frío extremo en distintas regiones del continente.
El vórtice polar es una extensión de aire gélido y baja presión que rota en la estratósfera sobre los polos. Cuando este sistema se debilita, el aire ártico puede desplazarse hacia latitudes más bajas, causando temperaturas anómalas. Según los expertos, el colapso previsto para las próximas semanas podría llevar a una ola de frío tardío en Europa, afectando principalmente a los países del norte como Reino Unido, los nórdicos, Francia, Alemania e incluso España.
En Norteamérica los meteorólogos ya han advertido sobre la posibilidad de tormentas de nieve y temperaturas inusualmente bajas. Si la corriente en chorro se debilita, como se espera, las masas de aire polar podrían desplazarse con mayor facilidad, desencadenando cambios climáticos extremos en ambas regiones.

¿Qué es un vórtice polar y por qué colapsa?
El vórtice polar es un sistema de vientos de alta velocidad que actúa como una barrera para mantener el aire frío en el ártico. Sin embargo, cuando la estratósfera experimenta un calentamiento repentino, este vórtice se debilita y permite que el aire helado descienda hacia latitudes más templadas. Este fenómeno, conocido como calentamiento estratosférico repentino (SSW, por sus siglas en inglés), puede causar episodios prolongados de frío extremo.
El colapso del vórtice polar en Europa podría traer temperaturas bajo cero en pleno verano, un evento poco común pero no sin precedentes. En años anteriores, este tipo de alteraciones climáticas han generado nevadas tardías y olas de frío inesperadas en distintos puntos del continente.

Impacto en Europa: un verano con temperaturas gélidas
Si el vórtice polar se desplaza hacia Europa, se podrían registrar descensos bruscos de temperatura, afectando tanto a la vida cotidiana como a la economía. Sectores como la agricultura podrían sufrir pérdidas por las heladas fuera de temporada, mientras que el turismo podría verse impactado por condiciones climáticas adversas en destinos de verano.
El Met Office del Reino Unido y otros organismos meteorológicos ya han advertido sobre la posibilidad de un frío prolongado. En Alemania y Francia, los modelos climáticos sugieren que las temperaturas podrían caer por debajo de lo normal durante varias semanas, lo que podría afectar la demanda de energía y alterar la producción de cultivos.
Previsión y medidas de precaución
Ante la posibilidad de un verano inusualmente frío, los expertos recomiendan monitorear los pronósticos meteorológicos y tomar medidas preventivas. Los agricultores podrían necesitar protección adicional para sus cultivos, mientras que las autoridades deberían preparar planes de contingencia ante eventuales olas de frío que afecten infraestructuras y suministros energéticos.
Aunque el momento exacto del colapso del vórtice polar aún es incierto, su impacto podría sentirse en Europa y otras partes del mundo durante al menos cuatro a siete semanas. Este fenómeno es un recordatorio de la volatilidad del clima y la importancia de estar preparados ante cambios meteorológicos inesperados.













