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La transición hacia la movilidad eléctrica era una apuesta firme de ayuntamientos, consumidores y fabricantes. Sin embargo, un reciente caso en España ha encendido un debate, ya que se decidió eliminar vehículos eléctricos de un municipio y sustituirlos por motores convencionales.

En un contexto donde la electrificación avanza a ritmo irregular -con un crecimiento del 83% en matriculaciones en seis meses-, la noticia rompe con la tendencia al alza, alentada por el Plan MOVES III del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Un municipio reniega del eléctrico tras un incendio

El pasado mes, el ayuntamiento del municipio de Calpe (Alicante) decidió "cancelar su acuerdo de coches eléctricos" después de un incendio durante la carga de un vehículo municipal.

La alcaldesa Ana Sala justificó la medida señalando "riesgos severos" y optó por volver a modelos de gasolina o diésel. Este caso contrasta con el impulso institucional que promueve el despliegue de infraestructura de recarga y subsidios a la compra de vehículos eléctricos.

El choque entre prioridad ecológica y respuesta local ante un incidente puntual ha desatado preocupación en sectores comprometidos con la descarbonización.

¿Es conveniente volver atrás?

Los motivos estructurales del freno a los eléctricos no se limitan a un incendio. Según un informe publicado por El País, hay cuatro razones que alejan al consumidor de estos vehículos: precio, falta de confianza, infraestructura insuficiente y ayudas federales tardías o engorrosas.

Estos problemas se reflejan en la decisión municipal: sin red de recarga segura, cualquier incidente se amplifica y la percepción de riesgo se extiende. En Málaga, por ejemplo, la carencia de cargadores y el alto coste de entrada han frenado el cambio incluso a pesar de la contaminación urbana.

Entrevistado por Radio Valencia, Wayne Griffiths, CEO de SEAT, destacó la necesidad de incentivos adecuados y mejor comunicación de los beneficios de la electromovilidad, así como la expansión real de la red de carga.

Cuáles son los costos reales de los vehículos eléctricos

Aunque las matriculaciones de eléctricos han batido récords -más de 10000 en junio, creciendo 15% en turismos y 13,9% anual acumulado-, España aún está rezagada frente a la media europea (20% vs 23,5%).

El Plan MOVES III ha liberado entre 2500 millones de euros en ayudas, pero estas a menudo llegan tarde. Su formato burocrático desmotiva a compradores y concesionarios, especialmente en segundas manos, limitadas en modelos eléctricos.

Frente a esto, el IDAE indica que el programa busca financiar no solo la compra, sino también la instalación de cargadores, autoconsumo y autocaravana eléctrica.

Una transición con frenos y alternativas

Pese al revés local, el camino hacia una ciudad más verde sigue firme gracias a ejemplos eficientes como Las Rozas o Pontevedra. El municipio madrileño electrificó su flota de autobuses y ofrece ayudas al carsharing con puntos de recarga en aparcamientos públicos.

Pontevedra, por su parte, apostó por la peatonalización desde 1999, reduciendo drásticamente la dependencia del coche.

Estos tipos de modelos enseñan que la clave no está solo en cambiar el motor, sino en repensar el urbanismo, reducir los viajes y priorizar transporte público, caminatas y bicicletas. Así, se logra un impacto real sobre calidad del aire y salud de la población.