

La Casa Real atraviesa un momento de delicado equilibrio. A las tensiones habituales dentro del entorno de Felipe VI y Letizia se suma ahora una decisión que marca un antes y un después en la vida de uno de los miembros más discretos de la familia: la princesa Irene de Grecia.
A sus 83 años y con un Alzheimer avanzado, la hermana de la reina Sofía ha sido apartada de la vida pública por expreso deseo de su entorno más íntimo. Desde hace décadas, Irene ha acompañado a Sofía en todos los veranos en el Palacio de Marivent, manteniendo viva una de las pocas tradiciones que aún persisten en la familia Borbón.
Pero este año todo cambió. Según revela Monarquía Confidencial, "Irene de Grecia en Marivent pero sin exposición pública". Es la primera vez que su ausencia se hará evidente en las fotos veraniegas que la Casa Real comparte desde Palma.
La decisión, que parte de la reina Sofía, responde tanto a razones médicas como emocionales. "Este será un verano un poco distinto, ya que el estado de salud de doña Irene ha empeorado en los últimos meses, y su entorno explica que la movilidad es cada vez más reducida", informó el medio citado.
Irene permanecerá en Zarzuela, lejos de los focos, atendida por personal médico de forma permanente.

Irene de Grecia: una vida entre la discreción y la cercanía con la Reina Sofía
Irene de Grecia es, junto a Leonor, la única mujer con el título de princesa que reside en Zarzuela. Hermana pequeña del fallecido Constantino de Grecia, acompañó a su hermana Sofía desde hace más de cuatro décadas, convirtiéndose en su mayor sostén emocional ante un matrimonio fallido con Juan Carlos I y años de soledad institucional.
En octubre de 2024, aún pudo asistir a una boda en Atenas. Pero poco después su salud se deterioró. "La hermana de la reina Sofía padece el mal del olvido", tituló en su momento Lecturas. Desde entonces, su presencia se redujo drásticamente, y sus apariciones en silla de ruedas junto a Tatiana Radziwill marcaron el último recuerdo público de la "tía Pecu".
Ahora, el deterioro es tan evidente que incluso sus funciones básicas están comprometidas."Tiene Alzhéimer, como tantas personas de la Tercera Edad, y no es una vergüenza o algo que esconder", destacan medios cercanos a Zarzuela, en crítica a los eufemismos usados por la prensa rosa.
El final se acerca: Irene pidió descansar junto a su hermano en Grecia
Aunque aún no se ha emitido un comunicado oficial, en Zarzuela ya se preparan para lo inevitable. Según fuentes cercanas, "La princesa Irene de Grecia será enterrada junto a su hermano Constantino en su país natal". Esta decisión simboliza el regreso definitivo a sus raíces helenas, lejos de la familia política española que la acogió durante más de 45 años.
Para la emérita, la pérdida progresiva de Irene representa también el desmoronamiento de sus últimos vínculos afectivos. Ya sin su hermano Constantino, fallecido hace tres años, y sin la compañía habitual de sus hijas Elena y Cristina ni de sus nietos, Marivent ha dejado de ser un refugio familiar.
No obstante, este verano marcará un punto de inflexión: por primera vez en medio siglo, la reina Sofía no viajó sola a Palma a comienzos de julio. Felipe VI la acompañó por razones de salud y protección, pero la ausencia de Irene ha teñido de tristeza su tradicional estancia en Mallorca.
La presencia de los reyes es cada vez más breve, la de Letizia casi forzada, y la de sus hijas, simbólica. Las infantas Elena y Cristina ya no acuden, y los primos de Leonor -los Marichalar y Urdangarin- ni están ni se les espera. La reina Sofía, según confirma Monarquía Confidencial, quiso respetar la voluntad de su hermana: privacidad total y cuidados hasta el final.













