

Cuando las ciudades se expanden sin cesar y el asfalto parece cubrirlo todo, la tierra aún guarda secretos milenarios. De vez en cuando, el pasado emerge con fuerza y nos recuerda que bajo nuestros pies se oculta una historia más antigua que cualquier edificio o carretera.
Eso es lo que ha ocurrido en Nizhni Nóvgorod, una de las metrópolis más importantes de Rusia, donde arqueólogos han descubierto un diente de mamut lanudo joven a tan solo dos metros de profundidad.
El hallazgo fue hecho en una zona céntrica y transitada de la ciudad ruda, en las cercanías de la calle Rozhdéstvenskaya, que conduce al histórico kremlin local.

Un hallazgo paleontológico en plena zona urbana
El hallazgo fue anunciado por el gobernador regional, Gleb Nikitin, a través de su canal de Telegram. Según explicó, el diente, de unos 30 centímetros de tamaño, fue localizado en un barranco situado entre una zona residencial y el margen del río Volga.
El sitio exacto pertenece a un parque urbano, lo que hace aún más sorprendente la aparición de un vestigio prehistórico en medio del entorno moderno.
Nikitin también recordó que no es la primera vez que restos de mamuts aparecen en esta ciudad. En la década de 1930, ya se había descubierto un cráneo de mamut junto a las murallas del kremlin.
Estos restos demuestran que estos enormes animales habitaron el curso medio del río Volga, una zona que hace miles de años ofrecía condiciones ideales para su supervivencia, hasta que el clima cambió de forma drástica al final de la última glaciación.
El testimonio de la megafauna extinta
El mamut lanudo (Mammuthus primigenius) fue una de las especies más emblemáticas de la megafauna del Pleistoceno. Según los científicos, desapareció hace aproximadamente 11.000 años, coincidiendo con un brusco aumento de las temperaturas y transformaciones en la flora y fauna del norte euroasiático. Estos cambios climáticos provocaron la extinción paulatina de los grandes herbívoros que habitaban las estepas heladas de Eurasia.
Rusia es, de hecho, el país del mundo donde se han encontrado más restos arqueológicos de mamuts, especialmente en regiones como Siberia y el Lejano Oriente.
Sin embargo, también se han documentado importantes descubrimientos en la zona occidental de los montes Urales y, como ahora, en el área del Volga. Estos hallazgos no solo enriquecen la paleontología, sino que permiten entender mejor los patrones migratorios y ecológicos de la prehistoria.

El valor científico y cultural del descubrimiento
La ciudad de Nizhni Nóvgorod, fundada en el siglo XIII como un nodo comercial, hoy alberga más de un millón de habitantes y es uno de los centros industriales y culturales más relevantes de Rusia.
Que un fósil de tal magnitud aparezca en su casco urbano no solo es una anécdota arqueológica, sino una oportunidad para divulgar la riqueza geológica y paleontológica de su suelo.
Este tipo de descubrimientos plantea además la posibilidad de crear espacios educativos y museísticos que acerquen al público a su historia natural, además de impulsar nuevas investigaciones. Para los expertos, cada nuevo diente, colmillo o hueso fosilizado hallado aporta piezas al complejo puzle de la evolución y adaptación de las especies frente al cambio climático.















