

Julio de 2025 será recordado como el mes en el que la advertencia de Elon Musk sobre la "sequía eléctrica" comenzó a hacerse realidad. El empresario, fundador deTesla, SpaceX y dueño de la red social X, lanzó una declaración contundente durante el evento Bosch Connected World: "A partir de 2025, no será posible generar suficiente energía para abastecer la creciente demanda tecnológica".
Su pronóstico coincide con los últimos informes de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que confirman un aumento imparable en el consumo eléctrico mundial.
El fenómeno no se trata solo de una metáfora. Musk alertó que la humanidad está cerca de una crisis energética estructural, impulsada por el crecimiento acelerado de la Inteligencia Artificial, el uso masivo del aire acondicionado ante las olas de calor, la electrificación del transporte y la expansión de centros de datos. "La próxima sequía no será de agua", remarcó, en referencia a una escasez energética que podría paralizar el desarrollo tecnológico global.
La comunidad científica y tecnológica empieza a ver esta advertencia como algo más que una predicción apocalíptica. Las cifras de consumo energético respaldan la alarma.

La demanda eléctrica global rompe récords en 2025
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), "la demanda global de electricidad crecerá un 3,3% en 2025 y un 3,7% en 2026", muy por encima del ritmo medio del 2,6% registrado en la década anterior.
Esta aceleración tiene varias causas: el uso intensivo del aire acondicionado por el calor extremo, el aumento del consumo industrial y doméstico, y el crecimiento de sectores electrointensivos como el de los centros de datos y la movilidad eléctrica.
El informe destaca que "China e India por sí solas supondrán el 60% del aumento del consumo de electricidad entre este año y el próximo". En China, se espera un incremento del 5% en 2025 y del 5,7% en 2026, mientras que India verá un crecimiento del 4% y del 6,6%, respectivamente.
Estados Unidos, otro actor clave, también incrementará su consumo: "el incremento de la demanda eléctrica allí debería acelerarse del 2,1% del pasado año al 2,3% en este ejercicio y al 2,2% el próximo", empujado sobre todo por la expansión de infraestructuras digitales.
Inteligencia Artificial: el gran devorador de energía
Una de las alertas más preocupantes de Musk se refiere al impacto de la IA sobre la infraestructura energética. Durante su intervención en Bosch Connected World, explicó que "la demanda de IA aumenta por un factor de 10 cada semestre".
Este crecimiento descomunal exige cantidades de energía jamás vistas, especialmente por el procesamiento masivo que requieren los chips neuronales y los sistemas de entrenamiento de modelos de lenguaje.
Musk también anticipó problemas de suministro de componentes clave: "Las limitaciones estarán relacionadas con transformadores de potencia y reductores de tensión", advirtió. La industria tecnológica ya está tomando medidas: gigantes como Google, Amazon y Microsoft han sellado acuerdos para garantizar energía exclusiva para sus centros de datos.
Pero el empresario sostiene que estos esfuerzos no serán suficientes sin una acción global coordinada entre gobiernos y empresas para evitar el colapso.
Renovables al límite y una nuclear al alza
Aunque el 90 % del aumento en la demanda de electricidad será cubierto por fuentes renovables como la eólica y la solar fotovoltaica, la AIE advierte que el margen de maniobra es limitado. "2025 podría ser el primer año en que las renovables superen al carbón como primera fuente de generación de electricidad en el mundo", afirma el organismo.
Sin embargo, esto no garantizaría un suministro estable si el ritmo de crecimiento continúa como hasta ahora.
Por su parte, la energía nuclear alcanzará niveles históricos: "la producción de electricidad nuclear va a alcanzar un nuevo récord en 2025", gracias a la reactivación de reactores en Japón, nuevos proyectos en China, India y Corea del Sur, y una mayor generación en Estados Unidos y Francia. Se prevé que la nuclear crezca al 2% anual en el bienio 2025-2026.
¿Se avecina un colapso energético?
Los datos muestran un desequilibrio creciente entre la capacidad de generación eléctrica y la demanda real. La AIE advierte que "los precios que tiene que pagar la industria en la UE por la electricidad duplican los de Estados Unidos y son significativamente superiores a los de China", lo que pone en riesgo la competitividad europea y expone a sectores electrodependientes a un escenario vulnerable.
La advertencia de Musk no es, por tanto, una exageración. Si no se toman decisiones inmediatas para acelerar la transición energética, diversificar fuentes y reforzar las redes eléctricas, el mundo podría enfrentarse a una verdadera sequía eléctrica global. Una crisis que no solo pondría en jaque la economía, sino también la vida cotidiana tal como la conocemos.












