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Mantenerse físicamente activo después de los 40 años no es solo una cuestión de estética, sino de salud. Expertos coinciden en que el ejercicio regular puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorar la salud mental y aumentar la esperanza de vida. Sin embargo, no todas las actividades físicas son igual de efectivas o seguras, especialmente a medida que se envejece.

Una de las mejores opciones en esta etapa de la vida es la natación. Este ejercicio de bajo impacto no solo fortalece el sistema cardiovascular, sino que también tiene beneficios comprobados en la reducción del estrés y la ansiedad, convirtiéndose en una práctica integral que promueve tanto el bienestar físico como el emocional.

Cuál es su impacto en la salud mental

La natación también destaca por sus beneficios en la salud mental. Sumergirse en el agua tiene un efecto casi terapéutico, aliviando el estrés y la ansiedad.

La natación es uno de los ejercicios más completos (Fuente: Freepik)
La natación es uno de los ejercicios más completos (Fuente: Freepik)

Según investigaciones, nadar incrementa el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que estimula la liberación de neurotransmisores que elevan el estado de ánimo. Además, el agua actúa como un elemento relajante, ayudando a disminuir la producción de cortisol, la hormona del estrés.

Expertos apuntan que la sensación de flotabilidad y la resistencia que ofrece el agua proporcionan una experiencia meditativa. Este tipo de ejercicio reduce los síntomas de depresión y mejora la calidad del sueño, algo fundamental para la salud general y la capacidad de recuperación física y emocional.

Qué otros beneficios trae

La natación no solo protege el corazón y mejora la salud mental; también es ideal para mantener y mejorar la flexibilidad. Al trabajar en el agua, los músculos se estiran y fortalecen, lo que contribuye a una mayor movilidad sin el riesgo de lesiones comunes en ejercicios de alto impacto.

Además, los entrenamientos acuáticos favorecen la resistencia muscular y la quema de calorías de forma eficiente, lo que ayuda a controlar el peso corporal.

Por otro lado, la natación es un aliado contra el envejecimiento prematuro. Estudios han señalado que este deporte mantiene el sistema inmunológico más fuerte y promueve una circulación sanguínea adecuada, lo que puede retrasar la aparición de enfermedades crónicas.

Practicar natación puede ser beneficioso para la salud cardiovascular (Fuente: Freepik)
Practicar natación puede ser beneficioso para la salud cardiovascular (Fuente: Freepik)

Un ejercicio accesible con beneficios duraderos

La versatilidad de la natación es otra de sus grandes ventajas. No es necesario ser un atleta experimentado para comenzar; desde sesiones suaves hasta entrenamientos más intensos, se puede adaptar según la capacidad de cada individuo.

Los adultos mayores que nadan regularmente tienden a mantener una mejor masa muscular y coordinación, aspectos vitales para prevenir caídas y otras complicaciones de la edad.

Practicar natación no solo protege el corazón y la mente, sino que también proporciona una actividad que puedes disfrutar durante décadas sin comprometer la salud de las articulaciones.