

Las teorías sobre la extinción del ser humano por su propia acción se encuentran entre las múltiples posibilidades que podrían llevar a la destrucción del mundo. No obstante, según el estudio publicado en la revista 'Physical Review', todo lo que se necesita es la desestabilización de una partícula que se considera responsable de otorgar masa a toda la materia: el bosón de Higgs o "la partícula de Dios".
Todas las culturas han intentado presagiar el apocalipsis, por ahora sin éxito; eclipses, cambios de siglo, lunas de sangre, fechas capicúas y el cambio en los polos de la Tierra son solo algunos ejemplos. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Harvard desestima todas esas teorías y sugiere que el planeta está destinado a terminar de la misma manera en que se originó, con una gran explosión.
¿Cuál será el destino final de la Tierra?
Cuando el hidrógeno del Sol se agote, el helio, el carbono y el oxígeno se fusionarán, provocando una expansión masiva que culminará en la destrucción de la Tierra. Ante este escenario, el mundo estallará en una inmensa burbuja de energía que se disipará, arrasando todo a su alrededor, incluyendo Marte.

Asimismo, existe la posibilidad de que el Sol detone (antes de convertirse en una enana blanca), así como pueden suceder otras catástrofes astronómicas antes de la fecha pronosticada para la extinción.
La incertidumbre sobre el fin del mundo
Para la tranquilidad de la civilización contemporánea, se anticipa que la mencionada explosión no será observable, dado que se producirá en aproximadamente 11 billones de años.
No obstante, algunos físicos sostienen que el proceso que podría llevar a la destrucción del mundo ya podría haber comenzado. A menos que se logre identificar la "Partícula de Dios" en el vasto universo, la certeza respecto a la fecha del final es, por ende, bastante limitada.

Causas de la Destrucción del Sistema Solar
En 2015, el telescopio espacial Kepler observó por primera vez la destrucción de un sistema solar, lo que abrió la puerta a especulaciones sobre su posible destino.
Los investigadores responsables hallaron los restos de un planeta rocoso en proceso de descomposición, orbitando alrededor de una enana blanca (el núcleo de una estrella que ha agotado su combustible nuclear), según informa BBC Mundo.













