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En 1492, Cristóbal Colón partió en busca de una ruta directa hacia Asia, específicamente a las tierras de Cathay (actual China) e India, donde esperaba acceder a las riquezas de las especias y el oro. Lo que no previó, sin embargo, fue la magnitud del error de cálculo en sus estimaciones geográficas, que finalmente lo llevarían a un destino completamente distinto: el continente americano.

La equivocación de Colón

Colón basó sus cálculos en dos errores clave: subestimó el tamaño de la Tierra y sobrestimó la extensión de Asia hacia el este. Esto lo llevó a creer que la distancia entre Europa y Asia, navegando hacia el oeste, era mucho más corta de lo que en realidad es. Colón estimaba que la distancia entre Europa y Japón (Cipango, como lo llamaban) era de unos 4,500 km, cuando en realidad es de más de 19,000 km.

Este error lo llevó a emprender una travesía que, de haber conocido las verdaderas distancias, probablemente no hubiera intentado, dado el estado de la tecnología marítima de la época. Sin embargo, este fallo lo llevó a toparse con un continente que Europa desconocía: América.

La influencia de sus cálculos en la historia

A pesar de los errores en sus cálculos, Colón logró convencer a los Reyes Católicos de que su viaje era viable y podría traer grandes riquezas y prestigio a España. En 1492, la expedición partió con tres barcos: la Niña, la Pinta y la Santa María. Aunque Colón estaba convencido de haber llegado a tierras cercanas a Asia, en realidad había desembarcado en una pequeña isla en el Caribe, conocida hoy como San Salvador, en las Bahamas.

La insistencia de Colón en que había alcanzado las Indias continuó hasta el final de su vida. Nunca aceptó plenamente que había descubierto un continente completamente nuevo. Sin embargo, su "error" resultó en uno de los descubrimientos más trascendentales de la historia, abriendo el camino para la colonización europea de las Américas.

Impacto global de un error de cálculo

Aunque su cálculo fue un error, las consecuencias de sus viajes fueron inmensas. El descubrimiento de nuevas tierras cambió radicalmente el curso de la historia mundial.

Las culturas indígenas que encontró, como los taínos, sufrieron devastadores impactos debido a las enfermedades europeas, la esclavitud y la colonización. Además, sus viajes inauguraron una era de exploración y explotación de las Américas, que transformó la economía y la política europea.

Lo que comenzó como una misión fallida para llegar a Asia acabó en el descubrimiento de un nuevo mundo, un error de cálculo que cambió para siempre el destino de continentes enteros y dejó una huella indeleble en la historia mundial.