

Durante días de lluvias intensas en Valencia, una filtración alertó a los vecinos de un edificio del barrio de la Fuensanta. El aviso llevó a la intervención de Bomberos y Policía Local, que accedieron a un piso del último nivel. Dentro, hallaron un cadáver momificado: era Antonio F. J., un jubilado octogenario que habría muerto hace 15 años.
La Policía Nacional asumió la investigación y, a falta de autopsia definitiva, baraja una muerte natural: la puerta no estaba forzada, el hombre vivía solo y no había indicios de violencia. La imagen del interior del piso, con palomas muertas y suciedad extrema, impactó al vecindario.
El hallazgo que destapó 15 años de silencio
La gotera fue la clave: el atasco del desagüe en la terraza superior forzó la entrada de los servicios de emergencia y permitió localizar el cuerpo. Los agentes situaron el domicilio en la calle Luis Fenollet y dieron aviso a la Comisaría de Abastos, que continúa con las diligencias.

A partir de ese momento, se reconstruyó la cronología: los vecinos pensaban que Antonio se había mudado o ingresado en una residencia. No había visitas ni rastro reciente de actividad personal.
Quién era Antonio y por qué nadie lo notó
Los reportes periodísticos describen a Antonio Famoso como un hombre solitario, divorciado y sin contacto con sus hijos desde hace décadas. Su último rastro comunitario data de una reunión de vecinos en 2013, según archivos consultados por la prensa.
El vecindario dedujo que estaba en una residencia; nadie echó en falta su ausencia. Las lluvias de octubre y la gotera fueron el detonante inesperado que devolvió el caso a la luz pública.
Pensión, recibos y comunidad: cómo siguió "viva" su vida
Según las primeras informaciones, la pensión habría seguido ingresándose en su cuenta durante años, ya que no se exige fe de vida de forma periódica en estos casos; además, con embargos judiciales antiguos se habrían abonado cuotas de la comunidad y suministros, lo que hizo que nadie detectara la desaparición.
Este patrón -gastos domiciliados que se siguen pagando- ya apareció en otros hallazgos de fallecidos en soledad en grandes ciudades, donde la automatización bancaria oculta la ausencia durante largos periodos.
Qué investiga la Policía y qué falta confirmar
La autopsia determinará la fecha estimada del fallecimiento y las causas exactas. De momento, la hipótesis principal es muerte natural, sin signos de violencia ni de entradas forzadas. Queda por aclarar el circuito de pagos y notificaciones administrativas durante el periodo investigado.
También se analizan los antecedentes familiares y patrimoniales: varios medios citan que el fallecido habría estado separado y sin comunicación con sus descendientes. Las autoridades locales coordinarán con el juzgado las diligencias pendientes.

Soledad extrema: otras alertas recientes en España
El caso de Antonio vuelve a poner en el centro el fenómeno de la soledad no deseada, un problema creciente en España. Según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, más de 4,6 millones de personas mayores de 65 años viven solas, y cerca del 30% afirma no tener con quién hablar a diario. Valencia, Madrid y Barcelona figuran entre las ciudades con más alertas vecinales por personas mayores que dejan de ser vistas durante largos periodos.
Los expertos en servicios sociales insisten en la necesidad de fortalecer los protocolos municipales de acompañamiento y los sistemas de detección temprana. En la Comunidad Valenciana, el programa 'Radars' -creado para identificar a mayores vulnerables mediante la colaboración vecinal- ha empezado a extenderse a nuevos distritos tras casos como este.














