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El lince ibérico (Lynx pardinus), uno de los mamíferos más emblemáticos y amenazados del mundo, pasó de estar al borde del peligro de extinción, con poco más de un centenar de ejemplares en dos puntos aislados del sur de España, a ocupar cinco comunidades autónomas y expandirse incluso fuera de su área de distribución histórica.

Los últimos registros disponibles en 2023 estimaban la población del lince en unos 2000 individuos, aunque se espera la cifra actualizada de 2024.

Andalucía fue el punto de partida para la recuperación de este mamífero. (Foto: Wikimedia Commons -  Diego Delso)
Andalucía fue el punto de partida para la recuperación de este mamífero. (Foto: Wikimedia Commons -  Diego Delso)

Andalucía, el punto de partida para la recuperación de este mamífero

La recuperación del lince comenzó en Andalucía, donde se afianzaron los últimos núcleos que quedaban: el Parque Nacional de Doñana y la Sierra de Andújar. Según información de EFE, desde allí, el proyecto Life Lynx Connect, coordinado por Javier Salcedo, inició un plan de reintroducción que permitió la expansión de este mamífero a otras regiones.

Durante el programa Iberlince (2011-2018), se establecieron nuevas poblaciones en:

  • Castilla-La Mancha, en Campo de Montiel y Montes de Toledo

  • Extremadura, en el valle del río Matachel

  • Portugal, en el área de Vale do Guadiana

  • Murcia, donde en 2023 se asentó un grupo en Lorca

  • Castilla y León, con presencia reciente en el Cerrato Palentino

  • Cuenca, también fuera del área histórica del lince

Este avance ha sido acompañado por un ritmo de crecimiento anual de la población de un 20%, según destacó Salcedo.

Más allá de sumar individuos, uno de los grandes objetivos del programa es la conectividad entre núcleos. Para los expertos, no basta con tener muchos linces si estos están aislados. Por eso, se trabaja en crear pequeñas poblaciones intermedias que faciliten los desplazamientos y el intercambio genético.

El objetivo final es alcanzar entre 4400 y 5500 ejemplares con al menos 1100 hembras reproductoras. (Foto: Wikimedia Commons - Diego Delso)
El objetivo final es alcanzar entre 4400 y 5500 ejemplares con al menos 1100 hembras reproductoras. (Foto: Wikimedia Commons - Diego Delso)

No todos celebran el regreso del lince ibérico

A pesar del éxito biológico, la reintroducción del lince no ha estado exenta de polémica. Según Ramón Pérez de Ayala, responsable del programa de especies de WWF, el proceso requiere de un alto nivel de aceptación social.

Sectores como el cinegético o el agrícola han mostrado resistencia en algunas regiones, por temor a nuevas restricciones, al aumento de la vigilancia en fincas privadas o por desconfianza hacia las administraciones. Esto ha provocado que comunidades como Cataluña, Aragón o Zamora hayan frenado o postergado sus planes de reintroducción.

Pérez de Ayala subraya la importancia del diálogo: "Se organizan encuentros con personas que ya conviven con el lince para reducir miedos y demostrar que no supone un problema para seguir con sus prácticas habituales".

¿Cuál es el próximo objetivo para este mamífero?

Según los cálculos de Life Lynx Connect, alcanzar un "estado de conservación favorable" implicaría llegar a entre 4400 y 5500 ejemplares, con unas 1100 hembras reproductoras. Para ello, será necesario abrir al menos ocho nuevas áreas de expansión. Algunas ya están bajo estudio:

  • Castilla y León, donde ya ha comenzado su expansión natural

  • Aragón, con dos zonas preseleccionadas

  • Comunidad de Madrid, en fase de análisis para identificar hábitats adecuados

  • Cataluña, aunque la presión del sector agrícola ha detenido temporalmente su reintroducción