

La Fundación Mundial de Monumentos (WMF) confirmó el descubrimiento de 104 estructuras en el complejo Gran Pajatén, ubicado en el noreste de Perú, dentro del Parque Nacional del Río Abiseo. Este hallazgo arqueológico revela una red de asentamientos de la civilización prehispánica Chachapoya, que habitó los Andes peruanos entre los siglos VII y XVI.
Los trabajos, dirigidos por el arqueólogo Aldo Bolaños y respaldados por tecnologías avanzadas como el escaneo LiDAR y la fotogrametría, permitieron mapear zonas cubiertas por la selva amazónica. Según la WMF, los restos descubiertos confirman que Gran Pajatén no era un sitio aislado, sino parte de un sistema territorial complejo y jerarquizado.
Un hallazgo arqueológico que ayuda a comprender la civilización prehispánica Chachapoya
El descubrimiento de las 104 estructuras en Gran Pajatén redefine el conocimiento sobre la civilizaciónprehispánica Chachapoya. Este pueblo ocupó los Andes del noreste peruano entre los siglos VII y XVI, y desarrolló un sistema de asentamientos conectados por caminos y organizados jerárquicamente.

Ubicado en el Parque Nacional del Río Abiseo, declarado Patrimonio Mundial Mixto por la UNESCO, el complejo está situado entre los 2000 y 3000 metros de altitud.
Las edificaciones incluyen plataformas ceremoniales, terrazas agrícolas y estructuras funerarias en acantilados. Todo ello evidencia una planificación urbana avanzada y un alto nivel de adaptación al entorno selvático y montañoso.
El director ejecutivo de WMF en Perú, Juan Pablo de la Puente Brunke, subrayó que los hallazgos amplían radicalmente la comprensión de Gran Pajatén.
El equipo arqueológico, liderado por Aldo Bolaños, logró identificar conexiones territoriales clave con otros sitios cercanos, como La Playa y Los Pinchudos. Estos vínculos confirman una estructura social compleja y una ocupación prolongada del territorio por parte de los Chachapoya.
Tecnología y patrimonio: nuevas herramientas para proteger sitios arqueológicos
El uso de tecnología avanzada como el LiDAR ha sido clave para detectar estructuras ocultas bajo la selva sin necesidad de excavaciones invasivas. Esta metodología permite conservar el entorno natural y, al mismo tiempo, acceder a información precisa sobre construcciones prehispánicas.

Bénédicte de Montlaur, presidenta de la WMF, destacó que estos métodos posibilitan una narración digital accesible para el público global. Aunque Gran Pajatén permanece cerrado al turismo, la documentación generada permitirá compartir su historia de forma inmersiva y educativa.
Además del valor arqueológico, este enfoque tecnológico marca un modelo a seguir para futuras investigaciones en zonas de difícil acceso. La combinación entre preservación ambiental y análisis científico riguroso abre nuevas oportunidades para estudiar civilizaciones antiguas como los Chachapoya.










