

La tensión militar en Europa ha escalado tras el último ataque en territorio polaco, que motivó a Varsovia a solicitar la activación del artículo 4 de la OTAN. Ahorael pedido polaco refleja la creciente preocupación en todo el continente.
La sensación de vulnerabilidad se ha extendido más allá de las fronteras que estan bajo ataque. Francia, por ejemplo, ya lanzó directrices a sus hospitales para que se organicen "como si fueran cuarteles militares", previendo un escenario con un alto flujo de pacientes militares.
En Alemania, el líder conservador Friedrich Merz advirtió: "El plan imperialista de Putin no terminará con la conquista de Ucrania, sino que será solo el comienzo".
Con Polonia bajo alerta maxima tras el último movimiento de Rusia sobre su zona aerea, el foco se desplaza hacia la defensa civil en muchos países de Europa. Suecia ha distribuido más de cinco millones de folletos con instrucciones para la población en caso de crisis, y Lituania instruye a unos 15.000 civiles en el manejo de drones.
Sin embargo, es Suiza quien marca la diferencia con un modelo único: una red nacional de búnkeres que puede acoger a toda su población en caso de emergencia.

El artículo 4 de la OTAN y la amenaza sobre Europa
La solicitud de Polonia para activar el artículo 4 generó inquietud inmediata en Bruselas. Este artículo ha sido invocado en situaciones críticas, pero nunca con la intensidad del actual escenario.
Este mecanismo establece consultas inmediatas entre los países aliados cuando su seguridad, integridad territorial o independencia política se ven amenazadas. Aunque no implica una defensa colectiva -atribución exclusiva del artículo 5-.
El recuerdo del artículo 5 -activado solo una vez tras los atentados del 11-S- resuena en la memoria de los europeos. Mientras tanto, la posibilidad de un enfrentamiento abierto obliga a los Estados a explorar mecanismos de protección no solo militares, sino también civiles.
Suiza y su red de búnkeres desde los años 60
Suiza sorprende al resto del continente por una legislación única que garantiza refugio a todos sus habitantes. Una ley de 1963 obliga a que cada vivienda cuente con un búnker, lo que convierte al país alpino en el único del mundo donde hay más plazas en refugios que habitantes. Con 8,8 millones de personas, existen más de 370.000 refugios nucleares distribuidos por todo el territorio.
La Oficina Federal de Protección Civil detalla: "La mayoría de la población vive en edificios que incluyen sus propios búnkeres. Si no hay refugio en un edificio habitado, existen instalaciones públicas". Estos espacios están diseñados para resistir armas nucleares, biológicas y químicas, además de impactos convencionales.
Los refugios deben estar situados a menos de 30 minutos caminando desde cada hogar (60 en zonas montañosas), y se inspeccionan cada diez años para garantizar su operatividad. Su sólida estructura puede resistir la caída de un edificio y su sistema de filtrado purifica el aire ante ataques biológicos o químicos.
"Es bueno estar preparados": la visión de los suizos
El modelo helvético no solo se sostiene en infraestructura, sino en una cultura de defensa civil. Así lo expresa Nicolas Städler, residente en Basilea, quien afirma a BBC Mundo: "Me hace sentir más seguro saber que hay un refugio para todo el mundo en caso de ataque o desastre nuclear. No creo que una guerra en Suiza o en alguno de los países vecinos sea un escenario probable. Sin embargo, creo que es bueno que estemos preparados".
Desde el gobierno, Daniel Jordi, subdirector de la Oficina Federal de Protección Civil, explica el criterio de asignación: "El bunker al que debes acudir está asociado a tu dirección. Pero es normal que las familias cambien de casa o se muden. Saber dónde está su refugio solo causaría confusión. Nuestra recomendación es comunicarlo solo cuando sea necesario".
Otros ciudadanos, en cambio, muestran escepticismo. Eugenio Garrido, abogado dominicano radicado en Zúrich, asegura: "Yo no me siento más protegido. La evolución de las armas de guerra ha llegado a un punto en el que un ataque a la población civil en Suiza podría causar numerosas víctimas".
Un modelo en revisión y en expansión
Ante el recrudecimiento de la guerra en Ucrania, el interés por los búnkeres en Suiza ha aumentado. Empresas como Oppidum Bunkers han reportado un "aumento constante" en las solicitudes, mientras que otras constructoras hablan de una "explosión de consultas" para renovar refugios construidos en las décadas de 1960 y 1980.
Las autoridades helvéticas anunciaron una inversión de 250 millones de dólares para modernizar la red, asegurando su plena funcionalidad. "No se trata de un preparativo bélico, sino de una inversión en seguridad pública", aclararon desde el gobierno.
Europa mira hacia Suiza no solo como un caso excepcional de infraestructura defensiva, sino como un recordatorio de que la paz también requiere preparación. En palabras de la tradición helvética: "Si quieres la paz, prepárate para la guerra".

















