

Apenas unas horas después de presidir la Misa del Jubileo de las Familias en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV sorprendió con una visita inesperada. El domingo 1 de junio, abandonó el Vaticano para dirigirse al Colegio Internacional Santa Mónica, sede de la Orden de San Agustín en Roma, ubicada a escasos metros de la columnata de Bernini.
Allí, en un ambiente de fraternidad y sencillez, compartió un almuerzo con los agustinos para celebrar el 70 cumpleaños del Prior General, el padre Alejandro Moral. Un encuentro que no solo conmemoró una fecha especial, sino que también evidenció la sólida amistad que une al Papa con su antigua comunidad religiosa.
Un reencuentro cargado de simbolismo
El motivo de la visita fue el aniversario del padre Alejandro Moral, líder actual de la Orden de San Agustín y amigo cercano del Papa desde hace más de cuatro décadas. Ambos se conocieron en los años ochenta, cuando eran jóvenes seminaristas en Roma.
Mientras Robert Prevost -hoy León XIV- estudiaba Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, Moral se formaba en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico y Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana.

Durante el almuerzo, el Papa compartió anécdotas de su juventud, incluyendo una divertida historia sobre una visita de San Juan Pablo II a la comunidad agustiniana. "Cuando San Juan Pablo II abandonó el comedor -añadió entre risas el Pontífice-, casi luchamos por quedarnos con la naranja... ¡y al final nos la comimos entre todos!".
La vocación agustiniana del Papa
León XIV, nacido en Chicago y ordenado sacerdote en 1982, es el primer Papa proveniente de la Orden de San Agustín. Su trayectoria incluye una extensa labor misionera en Perú y una década como Prior General de la orden. Esta experiencia ha marcado profundamente su pontificado, caracterizado por la cercanía, la humildad y el énfasis en la vida comunitaria.
Durante el encuentro, el Papa expresó: "Ser Papa no significa olvidar ni perder la vocación agustiniana. Estoy cercano a vosotros y a la Orden". Estas palabras reflejan su compromiso continuo con los valores agustinianos y su deseo de mantener vivos los lazos con su comunidad de origen.
Un pontificado marcado por la fraternidad
Esta no es la primera vez que León XIV visita a los agustinos desde su elección. El 13 de mayo, apenas cinco días después del cónclave, realizó una visita sorpresa a la Curia General de la Orden, donde presidió una misa y compartió un almuerzo con sus antiguos compañeros. En esa ocasión, destacó la importancia de la unidad y la comunión, pilares fundamentales de la espiritualidad agustiniana.

El Papa ha manifestado en diversas ocasiones su intención de promover una Iglesia más sinodal y fraterna, inspirada en los principios de San Agustín. Su lema pontificio, "In Illo uno unum" ("En aquel Uno, seamos uno"), subraya esta visión de una comunidad unida en Cristo.















