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El estrés es una respuesta natural, pero cuando se vuelve constante puede afectar nuestra salud y bienestar. Andrew Huberman, neurocientífico y profesor asociado de neurobiología en la Universidad de Stanford, ha popularizado un truco para bajar la ansiedad y relajar el sistema nervioso. Este método se basa en una técnica respiratoria que cualquiera puede hacer en cualquier momento del día.

Huberman explica que este método, conocido como el suspiro fisiológico, consiste en una secuencia de respiraciones específicas que actúan directamente sobre nuestro sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación y recuperación.

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Truco para bajar el estrés: ¿qué es el suspiro fisiológico y por qué funciona?

El suspiro fisiológico es un patrón respiratorio natural que todos realizamos inconscientemente, sobre todo durante el sueño profundo. Andrew Huberman explica que se trata de:

  • Dos inhalaciones consecutivas por la nariz.
  • Una exhalación prolongada y lenta.

Esta secuencia ayuda a equilibrar el dióxido de carbono en la sangre, algo que ocurre de forma automática cuando el cuerpo detecta altos niveles durante el descanso. Al replicar este patrón conscientemente, se activa el sistema nervioso parasimpático, que reduce la frecuencia cardíaca y calma la mente.

Huberman subraya que, aunque la exhalación se puede hacer por la boca, inhalar por la nariz mejora notablemente el efecto. "Inhalar acelera el corazón; exhalar lo ralentiza. Por eso, alargando la exhalación, calmas tu sistema nervioso", afirma el neurocientífico.

Cómo hacer el suspiro fisiológico: paso a paso

Andrew Huberman recomienda practicar esta técnica en cualquier situación estresante: en el trabajo, antes de una reunión difícil o simplemente para reconectar con la calma en el día a día. Aquí el paso a paso para hacerlo correctamente:

  • Inhala profundamente por la nariz.
  • Sin soltar el aire, añade una segunda inhalación corta, como un pequeño suspiro adicional.
  • Exhala lentamente y por completo también por la nariz, extendiendo la salida del aire todo lo posible.

Este patrón se puede repetir una, dos o hasta tres veces para notar una reducción rápida del estrés. Según Huberman, esta es una de las ventajas más valiosas de la técnica: funciona en segundos y no necesita preparación especial.