

El yacimiento romano de Pollentia, en Mallorca, ha sido el escenario de un hallazgo que desafía lo que hasta ahora se pensaba sobre la alimentación en la Antigua Roma. Un equipo de arqueólogos descubrió un pozo negro vinculado a una taberna que vendía alimentos y bebidas en la vía pública.
Entre los restos hallados, destacaron los huesos de animales, especialmente, de zorzal común. Según un estudio publicado en la International Journal of Osteoarchaeology, los zorzales no solo eran una exquisitez para banquetes aristocráticos, como se había supuesto durante siglos, sino que también formaban parte de la comida rápida que se ofrecía en las calles de Mallorca.

Hallazgo en Mallorca: cuáles fueron las comidas rápidas encontradas
Las excavaciones realizadas en Pollentia, el antiguo asentamiento romano en la isla de Mallorca, permitieron el hallazgo un pozo negro, o letrina, que estaba conectado a una taberna de comida callejera. Los restos encontrados en el pozo ofrecen una visión detallada de los hábitos alimenticios de la población de la época. Entre los huesos de animales, se encontraban:
1151 huesos de cerdo
853 huesos de conejo
218 huesos de oveja y/o cabra
165 huesos de zorzal común
Conchas marinas y restos de peces

Los zorzales: ¿manjar de élite o comida rápida?
En las fuentes clásicas, los zorzales eran considerados un manjar exclusivo de los banquetes de la aristocracia romana. Autores de la época documentaron cómo estos pájaros eran criados y engordados de manera controlada, y su cría representaba un negocio rentable. Sin embargo, el hallazgo en Pollentia pone en duda esta visión.
Los restos encontrados en el yacimiento sugieren que los zorzales no eran simplemente un lujo culinario, sino que también tenían un papel importante en las prácticas alimenticias más accesibles. La presencia de los huesos de estas aves en el contexto de un establecimiento de comida callejera sugiere que eran preparados de manera rápida y sencilla.
Los investigadores sugieren que la eliminación del esternón de las aves facilitaba la cocción rápida, a la vez que ayudaba a mantener la humedad de la carne. Este proceso era ideal para los vendedores de comida que necesitaban preparar un platillo rápido y accesible, especialmente para aquellos que buscaban un consumo inmediato.












