

Un descubrimientopaleontológico en el yacimiento de Dmanisi, Georgia, ha revelado una importante acumulación de fósiles de mamuts, que se remontan a 1,8 millones de años.
El estudio, liderado por el paleontólogo Sergio Ros Montoya de la Universidad de Málaga, aporta nuevas claves para entender tanto la evolución de estos grandes mamíferos como la dispersión temprana del ser humano fuera de África.
El trabajo fue publicado en la revista Bollettino della Società Paleontologica Italiana y consolida a Dmanisi como un enclave clave para la ciencia. Además de los restos de mamuts, el sitio cuenta con cinco cráneos humanos bien conservados, herramientas líticas y una amplia variedad de especies fósiles, lo que lo convierte en una referencia fundamental en la historia evolutiva de Eurasia.
¿Por qué este hallazgo resulta relevante para la historia de los mamuts?
Los restos fósiles encontrados en Dmanisi corresponden a una forma temprana de Mammuthus meridionalis, uno de los primeros representantes del linaje de los mamuts en Eurasia.

Esta especie formó parte de una transición evolutiva fundamental, tanto en términos morfológicos como alimentarios. Según los investigadores, el cambio de dieta hacia pastos duros y ricos en minerales llevó a estos animales a desarrollar adaptaciones dentales clave.
El análisis de más de doscientos fósiles ha permitido reconstruir detalles sobre el desgaste dental y la evolución de los molares. Estos cambios anatómicos demuestran cómo los mamuts respondieron a presiones ecológicas.
Como la aridez creciente y la transformación del paisaje aumentando la altura de sus molares y el número de láminas de esmalte, características que les permitieron sobrevivir en nuevos entornos.
¿Qué aporta Dmanisi a la comprensión de la expansión humana?
Dmanisi no solo ofrece información sobre la fauna del Pleistoceno temprano, sino también sobre los primeros movimientos del ser humano fuera del continente africano.

El sitio alberga herramientas líticas y restos humanos que pertenecen a Homo erectus, una de las especies más primitivas de nuestro linaje. Esta combinación lo convierte en un registro único para entender los primeros pasos de la humanidad en Eurasia.
La coexistencia de restos de grandes mamíferos como los mamuts con evidencia de actividad humana plantea interrogantes sobre las interacciones entre especies.
Aunque no se ha demostrado una relación directa entre humanos y mamuts en este yacimiento, la riqueza fósil permite analizar el entorno ecológico que enfrentaron nuestros antepasados. Los hallazgos refuerzan la idea de que Dmanisi fue un corredor natural clave en las rutas migratorias tempranas.












