En esta noticia

En tiempos donde el insomnio, el estrés crónico y los dolores corporales afectan a millones de personas, muchas vuelven la mirada hacia la medicina herbal. La melisa (Melissa officinalis), también conocida como toronjil o bálsamo de limón, es una planta perenne originaria de Europa que crece fácilmente en jardines y huertas por su aroma cítrico y su acción terapéutica.

Esta hierba fue venerada en monasterios medievales y utilizada por médicos naturales durante siglos. Desde calmar el llanto de los niños hasta aliviar los síntomas de las fiebres nerviosas, su versatilidad la convirtió en una presencia constante en la botica tradicional. Incluso el famoso médico y alquimista Paracelso la llamó "el elixir de la vida", aludiendo a su capacidad de fortalecer cuerpo y mente.

Hoy, la ciencia moderna confirma muchas de las propiedades curativas que se le atribuyen desde hace siglos. En el contexto actual, la melisa se estudia por su efecto ansiolítico, su capacidad para mejorar el sueño y su potencial para proteger las funciones cerebrales frente al envejecimiento.

Melisa para dormir mejor y calmar la ansiedad

Uno de los beneficios más buscados de la melisa es su capacidad para inducir el descanso y reducir la ansiedad sin provocar efectos adversos. A diferencia de los sedantes químicos, la melisa actúa suavemente sobre el sistema nervioso, lo que la convierte en una opción segura para personas sensibles a los fármacos.

"La melisa tiene la capacidad de inducir un estado de calma sin provocar somnolencia residual al día siguiente", explica la doctora Mariela Conti, especialista en fitoterapia clínica. "Es ideal para personas que no quieren recurrir a pastillas para dormir y buscan una solución natural y efectiva".

Diversos estudios avalan estos efectos. Uno de ellos, publicado en la revista Nutrients, encontró que los participantes que consumieron extracto de melisa durante 15 días reportaron una mejora significativa en la calidad del sueño y una reducción del nerviosismo. Sus aceites esenciales -principalmente citral, citronelal y geraniol- son los responsables del efecto relajante.

Beneficios clave de la melisa para el descanso:

  • Mejora la calidad del sueño en personas con insomnio leve.

  • Reduce los despertares nocturnos.

  • Favorece la relajación física y mental antes de dormir.

Prevención del deterioro neuronal y alivio de dolores

Además de sus propiedades calmantes, la melisa también actúa como neuroprotectora, lo que significa que puede ayudar a mantener las funciones cognitivas saludables con el paso del tiempo. En estudios realizados sobre adultos mayores, se observó que su consumo frecuente puede mejorar la concentración y la memoria de trabajo.

"La melisa inhibe la enzima que descompone la acetilcolina, un neurotransmisor clave en la memoria", explican investigadores de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido. Este efecto es especialmente prometedor para quienes buscan prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento o a enfermedades como el Alzheimer.

Usos tradicionales y actuales de la melisa para el dolor:

  • Cólico menstrual y espasmos digestivos.

  • Dolor muscular leve y contracturas.

  • Dolor de cabeza por tensión o ansiedad.

Cómo se toma la melisa y quiénes deben evitarla

Una de las grandes ventajas de la melisa es su facilidad de uso. Puede consumirse en forma de infusión, cápsulas, tinturas o incluso en aceites esenciales para aromaterapia. En todos los casos, se recomienda comenzar con dosis bajas e ir ajustando según la respuesta del cuerpo.

Para mejorar el sueño, una taza de infusión preparada con hojas secas de melisa media hora antes de dormir es suficiente. En casos de ansiedad, puede consumirse durante el día en forma de cápsulas estandarizadas, siempre bajo supervisión profesional. También es posible utilizar su aceite esencial en difusores o baños relajantes.

Sin embargo, no todas las personas deben consumirla. "Está contraindicada en pacientes con hipotiroidismo, ya que puede disminuir la actividad tiroidea", señala la doctora Conti. Además, las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar previamente con su médico.

Formas comunes de consumo de la melisa:

  • Infusión: 1 cucharadita por taza, hasta 3 veces al día.

  • Cápsulas: Entre 300 y 600 mg al día, según recomendación.

  • Aceite esencial: Para inhalación o masaje, siempre diluido.