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La Sábana Santa ha sido objeto de fe, culto y también de escrutinio científico. Numerosos estudios han cuestionado su autenticidad, apuntando a inconsistencias en su origen, su composición textil y las técnicas supuestamente usadas para crear la imagen que contiene.

Recientemente, un estudio publicado en la revista Archaeometry ha sacudido aún más el debate: utilizando tecnología digital actual, sugiere que la sábana no fue jamás colocada sobre el cuerpo de Jesús, sino que parece reproducir un relieve escultórico medieval.

Una técnica incompatible con un cuerpo humano

El investigador brasileño Cícero Moraes, especialista en reconstrucción facial digital, comparó cómo caería una tela sobre dos modelos tridimensionales distintos: un cuerpo humano realista y una figura en bajo relieve.

La Sábana Santa ha sido venerada por años por creerse que tocó el cuerpo de Jesús(Fuente: Wikimedia Commons / Dianelos Georgoudis)
La Sábana Santa ha sido venerada por años por creerse que tocó el cuerpo de Jesús(Fuente: Wikimedia Commons / Dianelos Georgoudis)

Simulando el tejido virtualmente y contrastando con fotografías históricas del sudario (como las de 1931), concluyó que el patrón visual encaja mucho mejor con un relieve plano que con un volumen anatómico.

Moraes explica que el tejido colocado sobre un cuerpo real provocaría distorsiones -lo que él llama el "efecto máscara de Agamenón"-, generando una imagen más ancha y deformada que no corresponde con lo observado en la Sábana Santa.

En cambio, cuando la tela cae sobre una escultura en bajo relieve, se obtiene una impresión mucho más limpia y fiel a los contornos reales dispuestos por la tela.

Poniendo en contexto la Sábana Santa

Los análisis de radiocarbono de 1988, realizados por laboratorios en Oxford, Arizona y Zúrich, determinaron que la tela data del 1260 al 1390 d.C., lo que coincide con prácticas artísticas medievales, no con un objeto de la época de Jesús.

Otros expertos como Walter McCrone identificaron pigmentos (ochre y cinabrio) aplicados con un medio gelatinosa, lo que refuerza la hipótesis de obra pintada, no huella humana genuina.

Esta nueva investigación no sólo respalda las dataciones medievales, sino que propone la idea de que la sábana sirvió como pieza de arte religioso, tal vez parte de un encargo funerario o devocional, más que como una reliquia histórica auténtica.

Debates entre críticos y defensores de la autenticidad

Aunque Moraes aporta evidencia técnica contundente, no todos los expertos descartan la autenticidad del sudario. El profesor Giulio Fanti, de la Universidad de Padua, publicó en 2024 un estudio llamado "The Last Hour of Jesus Christ: A Case Study from Recent New Insights on the Turin Shroud".

En el mismo, sostiene que los patrones de sangre visibles en la sábana son compatibles con heridas por crucifixión y argumenta que otros estudios respaldan la posibilidad de que la tela envuelva realmente un cuerpo humano.

Por otro lado, Andrea Nicolotti, especialista en historia de reliquias, reconoce que Moraes no ha descubierto algo totalmente nuevo: la idea de un relieve ortogonal como matriz del sudario ya fue planteada hace siglos. No obstante, destaca que el uso de herramientas digitales ofrece una claridad visual inédita para reexaminar el misterio.

Un estudio reciente demostraría que Sábana Sagrada nunca fue colocada sobre el cuerpo de Jesús al morir(Fuente: Wikipedia Commons / Giuseppe Enrie)
Un estudio reciente demostraría que Sábana Sagrada nunca fue colocada sobre el cuerpo de Jesús al morir(Fuente: Wikipedia Commons / Giuseppe Enrie)

La transformación de una reliquia en mito artístico

Con base en todos estos elementos, el estudio de Moraes plantea que la Sábana Santa podría ser más un majestuoso icono medieval que un testimonio físico del cristianismo primitivo.

Este hallazgo invita a revisar no sólo la historia del sudario, sino también su significado simbólico: una obra capaz de transmitir una poderosa narrativa religiosa sin haber tenido origen real en la crucifixión.

La ciencia moderna, apoyada en simulaciones digitales y contrastes radiométricos, abre una nueva puerta para entender la evolución simbólica y artística de objetos que trascienden lo meramente espiritual.