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El hallazgo de cápsulas del tiempo siempre despierta curiosidad, porque permite redescubrir objetos cotidianos convertidos en testigos de una época. Al abrirse años después, revelan piezas que condensan el espíritu de un tiempo pasado y ofreciendo un puente entre generaciones.

Un disco de Kylie Minogue, una pequeña televisión portátil y una calculadora solar son algunos de los artículos que la princesa Diana de Gales guardó dentro de una cápsula del tiempo que permaneció enterrada más de tres décadas en el hospital Great Ormond Street de Londres.

Fuente: ShutterstockGil Corzo

El cofre, fabricado en madera y recubierto de plomo, fue abierto este miércoles 27 de agosto, revelando una ventana a 1991, cuando fue enterrada durante la colocación de la primera piedra de uno de los edificios del hospital.

Diana, que en ese momento fue nombrada presidenta de honor del centro, participó activamente en la iniciativa. El inmueble se inauguró en 1994, según recordó la institución en un comunicado.

Aunque en un principio estaba previsto que la cápsula se mantuviera cerrada "durante cientos de años", finalmente se decidió abrirla antes de lo previsto. La razón fue práctica: el espacio que ocupaba será destinado a la construcción de una nueva unidad de oncología pediátrica.

Tesoros de una época

En el interior, además de objetos tecnológicos y musicales de la década, había una variada selección de recuerdos: una colección de monedas británicas de la época, semillas de árboles guardadas en una botella, un holograma con forma de copo de nieve, una hoja de papel reciclado y una fotografía de Diana.

El hallazgo también incluyó un cómic, una cámara fotográfica desechable y un ejemplar del periódico británico The Times, junto con otros documentos elegidos por la princesa y los dos niños ganadores de un concurso que participaron en la selección de los artículos.

Recuerdos personales

La apertura del cofre despertó emociones entre quienes habían estado presentes en su enterramiento. Janet Holmes, trabajadora del hospital, compartió una anécdota ligada a uno de los objetos:

"Me trajo muchísimos recuerdos ver el televisor de bolsillo que había allí. Le había comprado uno a mi marido en su día, para cuando se tomaba un descanso mientras conducía su autobús por el país. ¡Eran carísimos entonces!".

Con este gesto simbólico, la cápsula del tiempo no solo recupera fragmentos materiales de una década, sino también la memoria de Diana, recordada aún como la "princesa del pueblo" y como una de las figuras más queridas de la realeza británica.