

Hace algunos años, el objetivo de los ladrones de coches eran objetos visibles y de fácil acceso como las llantas, los espejos retrovisores o los reproductores de música. Sin embargo, con la llegada de nuevos vehículos cada vez más inteligentes y sofisticados el objetivo principal de este tipo de hurtos ha cambiado.
Según informó el medio Okmotor, El nuevo objetivo de robo principal de los ladrones de coche en España son los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (conocidos como ADAS). El robo de estos dispositivos crece con rapidez y genera una gran preocupación entre conductores, aseguradoras y cuerpos policiales.
Los componentes eléctricos que integran los sistemas ADAS no solo son caros, sino que tienen una gran demanda en el mercado de productos robados. Esta situación es peligrosa, debido a que sustituir estas piezas puede representar un gasto importante y una complicación a nivel técnico.
Según la fundación MAPFRE, ante una situación de peligro estos sistemas son capaces de reaccionar en décimas de segundo mientras que una persona, en condiciones normales, puede llegar a tardar entre 1 y 2 segundos en actuar sobre los mandos del vehículo. Según indica la Dirección General de Tráfico (DGT), los sistemas ADAS permiten reducir el riesgo de siniestro hasta en un 57%.

¿Cuál es el nuevo objeto codiciado por los ladrones de coche?
Las siglas ADAS responden al término en inglés Advanced Driver Asisstance Systems, es decir, los sistemas avanzados de asistencia al conductor. Estos dispositivos están diseñados para que la conducción sea más segura y eficiente. Estos sistemas funcionan mediante una red de sensores, cámaras y radares que vigilan constantemente el entorno del vehículo y recopilan información procesada en tiempo real para prevenir accidentes.
Varias marcas de vehículos incluyen el sistema ADAS en sus modelos más básicos, y algunos países exigen ciertos elementos de esta tecnología como requisito obligatorio para la homologación de coches. Estas funciones incluyen el frenado automático en caso de emergencia, la detección de peatones o la regulación automática de la velocidad.
Sin embargo, los sensores que conforman los ADAS están fabricados con tecnología de última generación, con elementos ópticos de alta precisión, procesadores integrados, piezas mecánicas e interfaces electrónicas de última generación, lo que los hace valiosos para ciertos grupos.
A diferencia de otras partes del coche que se pueden extraer con herramientas básicas, los sistemas ADAS requieren conocimientos técnicos avanzados. Pero su alto valor en el mercado negro ha hecho que ciertos grupos especializados se instruyan para llevar a cabo estos robos.

Así podrás proteger el objeto más preciado de tu coche
Los grupos de ladrones especializados en este tipo de hurtos suelen actuar de noche, en aparcamientos poco vigilados donde pueden encontrar distintos vehículos con sistemas ADAS en el mismo lugar. El método más común para estos robos consiste en desmontar los parachoques o los paneles laterales para acceder a los sensores. Luego se desconectan y son extraídos sin causar daños visibles de inmediato.
Frente a esta amenaza, los conductores deberán tomar una serie de medidas, como estacionar en zonas bien iluminadas o en garajes privados. También existen sistemas de alarma avanzados que pueden detectar este tipo de manipulaciones en las zonas donde se encuentran los sensores ADAS y alertar al dueño del vehículo al instante.
Por otro lado, algunas marcas de automóviles se encuentran en el proceso de elaboración de mecanismos de protección adicionales, como el uso de tornillos especiales, carcasas más resistentes o sensores internos que avisan al sistema cuando se intente extraer algún componente.
Ciertas empresas incluso han considerado la opción de incluir chips de rastreo dentro de los dispositivos ADAS, que permitirían localizar los sensores robados si estos se vuelven a activar. Estas medidas se deben al elevado costo de estos sistemas y su popularidad en los mercados de elementos robados.













