

Un operativo militar en aguas francesas encendió las alarmas de seguridad en Europa. Este miércoles, un destacamento militar francés abordó el petrolero ruso Pushpa, en el Atlántico, sospechoso de ser utilizado como base de lanzamiento y control de drones.
Según informó la televisión BFM, la acción se produjo tras la apertura de una investigación judicial. El barco está en la lista de los 99 petroleros señalados por la Unión Europea como parte de la flota con la que Rusia intenta sortear las sanciones sobre la exportación de petróleo.
El presidente Emmanuel Macron se refirió a este episodio antes de la cumbre europea de Copenhague. "Hay irregularidades muy importantes cometidas por esta tripulación que justifican la apertura de un procedimiento judicial", afirmó el mandatario francés, aunque advirtió que debe actuarse con "prudencia" respecto al vínculo con los drones detectados en Dinamarca.

Un petrolero bajo sospecha frente a Saint-Nazaire
El Pushpa, también identificado como Borocay, se encuentra amarrado desde el sábado frente a un parque eólico marino de Saint-Nazaire. Allí permanece bajo vigilancia de una fragata francesa tras varios cambios de bandera y denominación en pocos días.
Construido en 2007 y con 244 metros de eslora, el petrolero ha levantado sospechas por su trayectoria. La embarcación partió desde Primorsk, cerca de San Petersburgo, con destino declarado a la India. Sin embargo, su ruta incluyó movimientos frente a Polonia, Suecia y posteriormente las costas danesas.
El 22 de septiembre coincidió con los incidentes que obligaron a suspender el tráfico aéreo en Dinamarca por drones no identificados. Un día más tarde se desplazó por el estrecho de Grand Belt y el 25 de septiembre navegaba rumbo al Canal de la Mancha, hasta que tres días después cambió de dirección hacia Francia.
Drones y seguridad europea en el centro del debate
La justicia francesa abrió este miércoles una investigación por "no justificación de su nacionalidad" y por la negativa del buque a colaborar con las autoridades. Estos hechos refuerzan las sospechas de que podría estar implicado en actividades ilícitas vinculadas al uso de drones.
El caso se suma a la creciente preocupación de la Unión Europea respecto a la seguridad energética y militar. El Pushpa figura entre los buques usados para esquivar sanciones, lo que amplifica la desconfianza sobre su verdadera función.
La coincidencia temporal entre su presencia en aguas danesas y los incidentes aéreos incrementa la tensión diplomática. Aunque no hay pruebas concluyentes, el debate sobre una posible escalada militar se instala en la agenda europea y despierta preguntas sobre la estabilidad internacional.
¿Un escenario de guerra en Europa?
La sospecha de que Rusia pueda estar usando petroleros como plataformas militares genera un escenario de incertidumbre. En un contexto de sanciones y tensiones geopolíticas, los gobiernos europeos refuerzan medidas de seguridad en torno a infraestructuras estratégicas como parques eólicos y corredores marítimos.
El abordaje militar en Francia es interpretado por expertos como un signo de alerta máxima. Si se confirma la utilización de buques mercantes en operaciones militares, el equilibrio geopolítico en Europa podría verse comprometido.
Mientras tanto, el llamado de Macron a actuar con "prudencia" muestra la cautela con la que Francia y la Unión Europea manejan un tema que, en palabras de analistas, podría ser un nuevo punto de inflexión en el tablero global.













