

El Atlántico atraviesa una de las temporadas de huracanes más activas de los últimos años, y los expertos no descartan que alguno de los potentes sistemas tropicales que aún pueden formarse antes del 30 de noviembre llegue a impactar en el litoral español.
La combinación de aguas anómalamente cálidas, la influencia de La Niña y la energía acumulada en la cuenca atlántica mantiene abierta la posibilidad de que nuevas tormentas se intensifiquen y alcancen latitudes medias, algo que hace apenas una década parecía improbable.
Los meteorólogos advierten que, aunque la mayoría de los ciclones suelen debilitarse al aproximarse a Europa, fenómenos recientes como el huracán Gabrielle -cuyos efectos se sintieron en Portugal y España- demostraron que las trayectorias cada vez son más erráticas y el riesgo, más tangible.
Las temperaturas del Atlántico norte continúan por encima de los valores normales y la cizalladura del viento se mantiene débil, condiciones ideales para el desarrollo de tormentas que pueden derivar hacia el continente.
¿Por qué España podría verse afectada en las próximas semanas?
La temporada oficial de huracanes del Atlántico se extiende hasta el 30 de noviembre, y octubre suele ser un mes particularmente activo.
Con el reciente regreso del fenómeno de La Niña, los especialistas de la NOAA prevén que el ambiente siga siendo propicio para la formación de ciclones en el Atlántico occidental y central.

Esto significa que todavía podrían generarse sistemas tropicales con capacidad de alcanzar el extremo oriental del océano y afectar de forma indirecta a la península ibérica.
El huracán Gabrielle, de categoría 3, ya dejó lluvias intensas y fuertes vientos en zonas del noroeste español a principios de temporada, y los modelos actuales señalan que las costas de Galicia y del golfo de Cádiz serían las más expuestas ante un eventual desplazamiento de un nuevo sistema tropical.
Las marejadas y precipitaciones torrenciales representan el principal riesgo para estas regiones, especialmente si una tormenta mantiene su intensidad más allá del Atlántico central.
¿Qué factores aumentan el riesgo de un huracán en el país?
La clave está en la temperaturadel agua y en la transición atmosférica que genera La Niña. Durante este fenómeno, los vientos en altura tienden a disminuir, lo que favorece el desarrollo vertical de las tormentas tropicales.
Además, el Atlántico ha registrado valores térmicos históricamente altos en 2025, un "combustible" que facilita que los sistemas se fortalezcan con rapidez y sobrevivan más tiempo.

Aunque no existe la fecha exacta de cuando un huracán toque tierra en España, los especialistas insisten en que el escenario actual es más inestable que en años previos.
Con varios nombres aún disponibles en la lista de tormentas para 2025 -como Karen, Lorenzo o Melissa-, la posibilidad de que un nuevo ciclón se desplace hacia el este sigue latente.
La vigilancia se mantiene activa y las autoridades recomiendan seguir los reportes oficiales ante la probabilidad de que las próximas semanas traigan un cierre de temporada con fuerza inusual.












