

La pensión de viudedad es una de las pensiones contributivas más importantes del sistema español. Está dirigida a quienes han mantenido un vínculo matrimonial o han sido pareja de hecho de una persona fallecida.
Para tener acceso a esta pensión, la Seguridad Social exige que se cumplan una serie de condiciones básicas. La persona fallecida debe haber cumplido ciertos requisitos, al igual que la persona perceptora de la pensión también debe cumplir con otros requisitos importantes.

Cuantía de la pensión de viudedad en España
La cuantía de la pensión de viudedad en España está vinculada al salario que tenía la persona fallecida. Cuanto más alto sea ese salario, mayor será el importe que perciba el beneficiario.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aclaran que "si el fallecido era pensionista, se toma la base reguladora que sirvió en su día para calcular su pensión de jubilación, pero añadiéndose las revalorizaciones que hubiera experimentado esa cantidad desde la fecha en que se concedió la pensión original".
En cualquier caso, esta es la cuantía que se puede cobrar por una pensión de viudedad en España:
- Con carácter general, el importe de la pensión contributiva de viudedad es equivalente al 52% de la base reguladora de la persona fallecida.
- Cuantía equivalente al 60% de la base reguladora en caso de que la persona beneficiaria tenga 65 años o más y reciba ingresos inferiores a 9.193 euros anuales.
- Importe del 70% de la base reguladora de la persona fallecida en caso de que la persona perceptora de la pensión tenga cargas familiares, bajos ingresos y la pensión de viudedad sea la principal fuente de ingreso.
Al tratarse de una pensión contributiva, la pensión de viudedad se actualiza cada año conforme al IPC del ejercicio anterior. En 2025, su cuantía ha experimentado una revalorización del 2,8%.

Las claves de la OCU para mejorar la cuantía
Los profesionales de la OCU ofrecen una serie de recomendaciones a los ciudadanos en España para mejorar el importe a cobrar por una pensión de viudedad.
Desde la OCU insisten en que la clave está en la previsión. Recomiendan que las parejas realicen una planificación financiera anticipada que contemple el impacto económico que tendría el fallecimiento de uno de sus miembros. Sin embargo, reconocen que se trata de una conversación difícil que rara vez se aborda.
Al respecto, indican que "una de las primeras medidas recomendables es fomentar la cotización del cónyuge que tiene menor vinculación con el sistema. Incluso cotizando por bases reducidas, se puede generar derecho a pensiones mínimas o, al menos, facilitar el acceso a prestaciones no contributivas".
A ello se suma la posibilidad de abrir una cartera de inversión a largo plazo, como por ejemplo un plan de pensiones a nombre del cónyuge con menos ingresos. Y, por último, subrayan la importancia de no dejar deudas y de tener en cuenta el futuro uso o propiedad de la vivienda familiar.









