

La Tesorería General de la Seguridad Social abona las pensiones a "mes vencido", por lo que la mensualidad de agosto llega a las cuentas públicas durante los primeros días de septiembre. Aun así, la mayoría de las entidades financieras decide adelantar el importe, de forma que los jubilados disponen del dinero antes de que termine el mes.
El resultado es un doble calendario. Por un lado, el pago oficial se sitúa entre el lunes 1 y el jueves 4 de septiembre. Por otro, los bancos sitúan sus anticipos entre el jueves 21 y el lunes 25 de agosto, según la estrategia comercial de cada uno.
Fechas de adelanto en cada banco
Casi todos los bancos adelantan la pensión sin coste. Para agosto 2025, las fechas quedan de esta manera:
- Jueves 21 la recibirán los clientes de Unicaja, Caja de Ingenieros y Bankinter
- Viernes 22 la abonará Banco Santander
- Domingo 24 la ingresará CaixaBank;
- Lunes 25 llegará a las cuentas de BBVA, ING, Ibercaja, Kutxabank, Sabadell, Abanca y Cajamar.

Cuando la fecha coincide con un festivo local, la entidad suele mover el abono al día hábil anterior. Por ejemplo, si el lunes 25 es fiesta en la comunidad autónoma, el ingreso pasará al viernes 22.
¿Qué hacer si se retrasa el pago de las jubilaciones?
La Ley General de la Seguridad Social establece que las pensiones contributivas se ingresan el primer día hábil del mes siguiente y, en todo caso, antes del cuarto día natural. De esta forma, la prestación correspondiente a agosto aparecerá en la cuenta entre el 1 y el 4 de septiembre de 2025.

Si el importe no figura en ese intervalo, la Seguridad Social aconseja esperar 24 horas y luego verificar la situación a través de la Sede Electrónica o la oficina provincial.
Fallos técnicos, actualizaciones bancarias o incidencias con los datos suelen explicar la demora
El primer paso ante un retraso consiste en revisar la app o la web del banco para descartar cortes de servicio. Si el dinero sigue sin aparecer, la mejor vía es contactar con la oficina o con atención telefónica con el DNI a mano.
Agosto no incluye paga extraordinaria -éstas se pagan en junio y noviembre-, de modo que conviene planificar los recibos para el tramo final de mes. Además, la Seguridad Social recomienda comprobar la vida laboral con regularidad para detectar posibles lagunas de cotización.












