

En un contexto económico en el que los precios siguen en alza y la presión sobre las rentas fijas se intensifica, las ayudas sociales se han convertido en una herramienta clave para sostener el bienestar de los colectivos más vulnerables. Entre ellos, los pensionistas con condiciones de invalidez no contributiva destacan por su situación de especial necesidad.
El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) ha anunciado que este grupo podrá acceder a una cuantía de hasta 12.000 euros anuales, siempre que se cumplan ciertos criterios establecidos en la normativa vigente. La prestación está sujeta a requisitos específicos relacionados con el grado de invalidez y el número de beneficiarios en el hogar.
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En qué consiste la pensión no contributiva de invalidez
La pensión no contributiva de invalidez es una prestación destinada a personas que no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva, pero que presentan una discapacidad igual o superior al 65%. Su objetivo es garantizar un mínimo de ingresos a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y no pueden trabajar.
El IMSERSO establece que para acceder a esta ayuda es necesario tener entre 18 y 65 años, residir legalmente en España durante al menos cinco años, y acreditar un grado de discapacidad reconocido oficialmente.

Importe actualizado y condiciones para 2025
Según la información publicada por el propio organismo, el importe base anual de esta pensión para 2025 es de 6784,54 euros por persona beneficiaria. No obstante, esta cantidad puede aumentar en los siguientes casos:
Cuando en el mismo domicilio conviven varios beneficiarios de pensiones no contributivas.
Si el grado de discapacidad alcanza el 75% o más y requiere de asistencia de otra persona.
En el primer supuesto, si hay dos beneficiarios en el mismo hogar, la pensión se incrementa a 6.446,81 euros anuales por persona, y si hay tres, el importe individual se sitúa en 6.106,09 euros. En casos de discapacidad superior al 75% con necesidad de ayuda externa, el IMSERSO contempla un complemento de 3.489,60 euros al año.
La suma de todos estos importes permite que determinados pensionistas puedan alcanzar un máximo de 12.000 euros anuales, lo que representa una mejora significativa respecto a ejercicios anteriores.
Cómo solicitar esta prestación
La solicitud de la pensión no contributiva debe presentarse ante los servicios sociales de la comunidad autónoma de residencia. En algunos territorios es posible iniciar el trámite de forma telemática.
Es necesario aportar documentación que acredite la residencia legal, el nivel de ingresos, el grado de discapacidad y la composición del núcleo familiar. El plazo de resolución puede variar entre comunidades, aunque en general no supera los tres meses desde la presentación completa del expediente.
Para obtener más detalles, los interesados pueden consultar la información oficial en el portal del IMSERSO o acudir a los servicios sociales municipales.
Perspectivas y finalidad social de la ayuda
Este tipo de pensiones responde a una función social esencial dentro del sistema de protección español. Están orientadas a garantizar un mínimo de calidad de vida a personas con discapacidad que se encuentran fuera del mercado laboral y carecen de cotizaciones suficientes.

La actualización anual de los importes busca adaptarse al coste de vida y mejorar el poder adquisitivo de los beneficiarios. Las organizaciones sociales celebran que se mantenga la cobertura para este colectivo, especialmente en un momento en que la inflación ha elevado los gastos básicos.
Así, el IMSERSO consolida su compromiso con las personas en situación de vulnerabilidad, reforzando un sistema de apoyo que tiene impacto directo en miles de hogares españoles.






