

Si buen la práctica de pagar con dinero en efectivo ha ido reduciéndose frente a las diferentes opciones de billeteras digitales, aún sigue siendo una opción habitual en muchos hogares.
Desde hace años, las autoridades regulan cuánto se puede pagar en metálico para asegurar que las transacciones sean trazables y evitar el blanqueo de capitales o la evasión fiscal.
En este contexto, los supermercados están obligados a cumplir con la normativa actual. Si la compra supera una cierta cantidad, no se puede pagar una parte en efectivo y otra con tarjeta, todo debe hacerse a través de un medio electrónico.

Cuál es el límite legal para pagar en efectivo
La Ley 11/2021, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, fija un tope para los pagos en efectivo cuando, al menos una de las partes es empresario o profesional, es de 999,99 euros. A partir de esa cifra, la compra debe hacerse íntegramente con tarjeta o transferencia.
Mercadona lo refleja entre sus preguntas frecuentes: "por Ley, no podemos aceptar pagos en efectivo de más de 999,99 euros". Esta política se aplica en toda España y no admite excepciones, no importa si se trata de clientes habituales ni cuando se intente combinar efectivo y tarjeta.
Por qué existe este límite en los pagos
La razón de este límite es promover la transparencia fiscal y dificultar actividades ilícitas. El efectivo dificulta el registro automatizado y la supervisión del dinero que circula, por lo que los pagos electrónicos -transferencias, tarjetas, Bizum- permiten un seguimiento claro y eficiente.
Además, los supermercados y otros comercios reducen los riesgos asociados al manejo de efectivo, como errores en el conteo, tiempos lentos en caja o incluso cuestiones de higiene. Esta limitación ayuda a agilizar el servicio y a asegurar una trazabilidad fiscal adecuada.
Qué piensan los ciudadanos de esta medida
No todos los españoles están de acuerdo con esta restricción. Una encuesta de GAD3 para la plataforma Denaria muestra que el 85% de los españoles se opone a que desaparezca el efectivo, destacando como motivos la privacidad, el control del gasto y la fiabilidad del dinero físico.
Distintas organizaciones alertan sobre los riesgos que estas restricciones pueden suponer para las personas más vulnerables: mayores, residentes en zonas rurales o con dificultad para acceder a servicios digitales.

Esto no es algo que sólo suceda en el país. En 2023, distintas agrupaciones políticas pidieron en Austria que se reconozca al dinero en efectivo como un derecho constitucional.
Cuál es el futuro para el dinero en efectivo
Aunque la UE planea implementar en 2027 un límite mayor para pagos en efectivo, España mantiene el tope de 1000 euros, y lo más probable es que así siga, ya que la regulación europea permite a los estados imponer límites menores.
Así, seguir usando efectivo requiere adaptarse: planificar compras grandes, estar preparado para usar tarjeta si se supera el tope, y ser consciente de que no hay opción de fraccionar en efectivo para evadir la norma.













