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La tranquilidad de cobrar una pensión contributiva no garantiza ahora que la prestación permanezca intacta de por vida. La administración está revisando el cumplimiento de las obligaciones de los beneficiarios españoles para asegurar la viabilidad del sistema.

Lo que está en juego es que la Seguridad Social podrá dar de baja la pensión o jubilación de quienes no acrediten los requisitos legales exigidos, lo que genera inquietud entre los miles de perceptores.

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Según los datos divulgados, el Gobierno español considera necesarios controles más estrictos para evitar fraudes y asegurar que sólo los que cumplen continúen recibiendo su prestación.

Cuál es el requisito que se necesita para no perder la jubilación

El principal requisito que se está controlando es que los beneficiarios de una pensión hayan cumplido con la edad mínima y los años de cotización exigidos para acceder al derecho.

Según la Seguridad Social para la pensión de jubilación, es necesario haber estado afiliado y haber cotizado al menos un período mínimo (en general 15 años) para poder acceder a la prestación contributiva.

Además, la revisión incluye condiciones como no estar simultáneamente trabajando en condiciones incompatibles, y no haber aportado datos falsos o mantenido una situación irregular que invalide la concesión.

El objetivo de esta medida es garantizar que quienes no cumplan con el requisito obligatorio de cotización o edad pierdan el derecho a la pensión, con la correspondiente baja de la prestación.

Cómo funciona el proceso de baja y qué efectos tiene

Cuando la Seguridad Social detecta que un beneficiario no cumple con los requisitos mínimos -por ejemplo, cotización insuficiente o incompatibilidad laboral- puede iniciar un proceso de suspensión o baja de la pensión.

Esta decisión obliga al pensionista afectado a regularizar su situación, presentar los documentos que acrediten los periodos cotizados correctamente o bien dejar de percibir la prestación.

El proceso también implica que la revisión se haga de forma global y no solo individual. Es decir, la administración revisará "masivamente" las pensiones otorgadas conforme al nuevo estándar de transparencia y cumplimiento.

Los afectados tienen la opción de regularizar su situación, pero deben actuar con rapidez, ya que la baja conlleva suspensión del pago y pérdida de la pensión si no se corrige.

Cómo saber si la jubilación está en riesgo

Si ya se está cobrando una pensión, conviene verificar los datos y requisitos para evitar sorpresas. Lo primero es acceder al portal de la Seguridad Social, consultar el número de años cotizados, la edad de jubilación respectiva según tu situación y confirmar que no estás en situación incompatible (por ejemplo, trabajando sin comunicarlo).

Si se detecta que te falta algún requisito, existen fórmulas para regularizar la situación. Es posible solicitar que se valoren los periodos cotizados en otro régimen, aportar certificaciones pendientes o realizar trámites de compatibilidad.

Este nuevo escenario pone a muchos jubilados en alerta ya que, si no cumplen el requisito clave, podrían ver interrumpido el cobro de su pensión, lo que hace imprescindible estar informado y tomar acción.