

La inversión en propiedades ocupadas, más conocidas como "pisos okupados", ha ganado atención por parte de compradores e inversores inmobiliarios debido a sus potenciales beneficios que presenta esta controvertida estrategia.
Sin embargo, según informa la web financiera Mastering Money, mientras algunos inversores ven oportunidades en adquirir estos inmuebles a precios reducidos, otros advierten sobre los desafíos legales, los costes ocultos y la incertidumbre legislativa.
Contexto actual sobre la okupación en España
El problema de la okupación en España está lejos de encontrar solución, a pesar de que puede observarse una caída de las denuncias por ocupaciones durante el último año.
Entre 2018 y 2022, los casos de ocupación ilegal aumentaron un 40%, según datos del Ministerio del Interior. En 2024, se registraron unas 16.426 denuncias por ocupación, concentrándose en comunidades como Cataluña (más del 40% del total), Madrid y Andalucía.
En los últimos años, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha llegado a publicar que hasta el 77% de los españoles considera que la okupación es un problema social en el país y hasta un 24% de la población siente que existen una probabilidad media o alta de que ocupen su vivienda.

De esta manera, se desmitifica la idea de que la okupación solo afecta a bancos o fondos de inversión. Asimismo, se ha popularizado el fenómeno de la inquiokupación (okupación de la vivienda por parte de los inquilinos), afectando tanto a propietarios particulares y como a grandes tenedores.
Todo esto implica que la recuperación de estos inmuebles depende en gran medida de la capacidad del propietario para afrontar procedimientos legales y costos asociados. Una de las soluciones es poner a la venta el piso okupado; generando así oferta que da contrapartida a la estrategia basada en la compra de los mismos.
¿Por qué comprar un piso ocupado?
Aunque pueda parecer una estrategia inmobiliaria que puede generar controversia, en cierto modo puede suponer una solución a la persona que se enfrenta al problema de tener una vivienda ocupada.
No obstante, la principal ventaja de comprar un piso ocupado es su adquisición a un precio reducido. Según la web de educación financiera Mastering Money, los pisos ocupados pueden comprarse con descuentos de entre el 30% y el 50% en comparación con propiedades similares en venta sin ocupación.
Una vez que se recupera la posesión legal del inmueble, es posible reformarlo (para arreglar los posibles destrozos) y venderlo a un precio significativamente superior o destinarlo al alquiler, maximizando la rentabilidad. El activo se revaloriza automáticamente en el momento que se solventa el problema de la "okupación".
El nuevo propietario tiene la oportunidad de negociar con los okupas para ofrecerles una compensación económica a cambio de abandonar la vivienda.
¿Qué riesgos hay que tener presentes?
Ahora bien, aunque parezca que se trata de una fórmula sencilla para comprar un inmueble con un importante descuento, hay que tener en consideración los riesgos y desafíos:
Procedimientos legales complejos y prolongados
La recuperación de la posesión de un piso okupado, si no se llega a un acuerdo extrajudicial, implica iniciar acciones legales que pueden extenderse durante meses o incluso años. Según un estudio de la aseguradora Línea Directa, en 2022, los procesos de desalojo tuvieron una duración media de 20,5 meses.
Costes adicionales
Además de los gastos legales, es probable que los propietarios se enfrenten a costes relacionados con reparaciones y mantenimiento una vez recuperada la propiedad. Esto se debe al posible deterioro causado durante la ocupación.
Incertidumbre legislativa
La normativa relacionada con la ocupación ilegal está sujeta a cambios. Por ejemplo, en noviembre de 2024, se aprobó una nueva "ley antiokupas" que busca agilizar los desalojos mediante juicios rápidos con un plazo máximo de 15 días. Aunque esta medida pretende proteger a los propietarios, la evolución constante del marco legal puede generar incertidumbre jurídica para los inversores.
Impacto social y reputacional
La inversión en pisos okupados puede ser vista negativamente por la sociedad, especialmente si se percibe que el inversor se beneficia de situaciones de vulnerabilidad. Este aspecto ético puede afectar la reputación del inversor y su relación con la comunidad.

Conclusiones: ¿es una inversión rentable?
Desde un punto de vista estrictamente financiero, la compra de pisos okupados puede ser rentable para inversores con una alta tolerancia al riesgo y la capacidad de gestionar procesos legales prolongados.
Sin embargo, esta estrategia no es recomendable para inversores con poca experiencia o con poca liquidez para asumir los costos adicionales.
El éxito de la inversión depende de múltiples factores, como la localización del inmueble y, sobre todo, la naturaleza de la ocupación (si se trata de un "inkiocupa", mafias organizadas o por familias vulnerables) y la legislación vigente en cada momento.
Además, el mercado inmobiliario puede influir en la rentabilidad: en épocas de alta demanda, el potencial de revalorización tras la recuperación del inmueble es mayor, mientras que, en un contexto de crisis económica, la venta o alquiler del piso podría ser menos rentable con el paso del tiempo.
De cualquier modo, hay que tener en consideración todos los riesgos antes de lanzarse a la compra de un piso ocupado.













