

John Ross, economista y comentarista conocido por su defensa del modelo chino, aseguró en una entrevista con Asia Times que si el premio Nobel de Economía fuera realmente objetivo, "lo ganarían los chinos cada año". Su frase reavivó un debate que atraviesa tanto la academia como la geopolítica: ¿hasta qué punto el reconocimiento científico refleja los logros reales de las economías fuera de Occidente?
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En su análisis publicado en el medio citado, Ross sostuvo que el desarrollo chino ha sido "el más importante de la historia moderna" y que, sin embargo, no se ha visto correspondido en los ámbitos de legitimación intelectual o simbólica.
Según el economista, la falta de premiaciones a figuras chinas no solo revela un sesgo cultural, sino también una forma de "ceguera institucional" ante el éxito sostenido de un modelo híbrido de mercado y planificación estatal.
El ascenso económico chino como argumento central
Desde las reformas impulsadas por Deng Xiaoping en 1978, China multiplicó por más de 50 su producto interno bruto y sacó de la pobreza a más de 800 millones de personas, según datos del Banco Mundial. Ross utiliza estos datos como núcleo de su argumento: el proceso chino no solo transformó la estructura productiva del país, sino que también redefinió las cadenas globales de valor, consolidando a China como la segunda economía del mundo.
Para Ross, este fenómeno no fue un accidente ni una consecuencia del capitalismo global, sino el resultado de un modelo propio de desarrollo. Destaca que la combinación entre intervención estatal, inversión pública en innovación y apertura controlada al mercado internacional permitió un avance sin precedentes en productividad y bienestar. "No hay otro país que haya hecho tanto por el crecimiento humano en tan poco tiempo", señaló el economista británico.
Sin embargo, en sus declaraciones también apunta que el éxito chino ha sido sistemáticamente ignorado por los centros académicos occidentales, que continúan privilegiando teorías económicas desvinculadas de la práctica y de la evidencia empírica. En ese sentido, Ross sostiene que el Nobel de Economía -creado en 1969 por el Banco de Suecia- actúa como un reflejo del pensamiento dominante más que como un reconocimiento global.
Críticas al comité del Nobel y sesgos percibidos
Ross acusa al comité del Nobel de favorecer visiones eurocéntricas y enfoques liberales de la economía, en detrimento de modelos alternativos que han demostrado eficacia.
"El Nobel no premia resultados, sino conformidad ideológica", afirmó. Según él, economistas como Zhu Rongji o Justin Yifu Lin, fundamentales en la modernización china, deberían haber sido considerados por sus contribuciones prácticas al desarrollo.

Otros especialistas coinciden con este diagnóstico. Varios estudios -entre ellos un análisis de la Universidad de Estocolmo- muestran que más del 85% de los ganadores del Nobel en Economía pertenecen a instituciones de Europa o Estados Unidos. Para Ross, ese dato refuerza la idea de que el premio opera dentro de un circuito cerrado que legitima el pensamiento neoliberal y la teoría de libre mercado como paradigmas universales.
Además, el economista subraya que la exclusión de perspectivas asiáticas tiene consecuencias simbólicas: limita la diversidad epistemológica y consolida la idea de que solo Occidente produce conocimiento "válido". "El crecimiento chino contradice el relato occidental de que no hay desarrollo sin desregulación", concluye.
Limitaciones y contrapuntos al planteo de Ross
Las críticas a Ross no tardaron en llegar. Algunos economistas recuerdan que el Nobel reconoce aportes académicos o teóricos, no el desempeño macroeconómico de un país. Desde esa perspectiva, China podría ser un caso de éxito en política económica, pero no necesariamente en producción teórica. "El Nobel no es un ranking de desarrollo nacional", explicó un profesor de la Universidad de Oxford citado por Reuters.
Otros observadores también señalan que Ross mantiene una postura abiertamente prochina -fue asesor del alcalde de Londres Ken Livingstone y trabajó con el Instituto Chongyang de Estudios Financieros-, lo que podría influir en su visión. Sin embargo, incluso sus detractores admiten que su comentario abrió una conversación necesaria sobre cómo se construye el prestigio intelectual y quién define qué ideas merecen ser premiadas.
Quién ganó el Nobel de Economía 2025
El Premio Nobel de Ciencias Económicas 2025fue otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, "por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación".

Mokyr recibió la mitad del premio por "identificar los requisitos para el crecimiento sostenido mediante el progreso tecnológico", mientras que Aghion y Howitt compartieron la otra mitad por su teoría de la "destrucción creativa", que muestra cómo innovaciones nuevas reemplazan sistemas antiguos y estimulan crecimiento económico.















