

Si alquilas una vivienda, siempre es mejor prevenir que curar. En pleno invierno, un fallo en la calefacción puede convertirse en un problema urgente. La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién debe pagar los arreglos de la calefacción en un alquiler? La respuesta, según la normativa, no siempre es tan simple como parece.

Qué dice la Ley de Arrendamientos sobre los arreglos de calefacción en un alquiler
La Ley de Arrendamientos Urbanos define que la responsabilidad de los arreglos en la calefacción depende de la causa de la avería. "El inquilino es responsable de las pequeñas reparaciones de mantenimiento derivadas del uso ordinario de la vivienda, mientras que las reparaciones que van más allá del desgaste habitual por el paso del tiempo son responsabilidad del propietario".
Esto significa que si el sistema de calefacción falla por un desgaste natural o un defecto técnico, será el propietario quien deba asumir los costos. En cambio, si el daño es consecuencia de un uso indebido, la obligación recae sobre los inquilinos.
En cualquier caso, los gastos que correspondan al arrendatario no podrán reclamarse al arrendador. Por eso, leer atentamente el contrato antes de firmar es clave para evitar conflictos futuros.
Qué paga el inquilino y qué paga el propietario
Las obligaciones están claras, aunque suelen generar confusión. El inquilino debe asumir las reparaciones vivienda menores y los gastos derivados del uso cotidiano. Entre ellos:
Sustituir o reparar la caldera, el aire acondicionado o el sistema de calefacción si se dañan por uso indebido.
Solucionar fisuras, desprendimientos o problemas menores en suelos, techos y paredes.
Mantener las instalaciones de fontanería y electricidad.
Preservar el buen estado del cableado y las tuberías.
Además, el inquilino tiene la obligación de notificar cualquier incidencia, permitir el acceso al inmueble para su evaluación y acordar un plazo razonable para las reparaciones necesarias.
Por su parte, el propietario debe hacerse cargo de los arreglos derivados del desgaste natural o de fallos estructurales. Esto incluye problemas técnicos del sistema de calefacción, reparaciones de larga duración o desperfectos que no sean consecuencia directa del uso.
Qué pasa al devolver la vivienda alquilada
Cuando finaliza el contrato, la ley también establece que la vivienda debe entregarse en su estado original. En ese momento, los arreglos calefacción alquiler y otras tareas básicas pasan a ser una obligación del inquilino si el daño fue causado por su uso.
El arrendatario debe:
Cubrir agujeros en paredes y repintar si fuera necesario.
Sustituir bombillas y reparar grifos defectuosos.
Arreglar electrodomésticos dañados por sobrecargas o mal uso.
Eliminar manchas de pintura o reparar puertas con golpes.
El propietario, en cambio, debe recibir el inmueble en condiciones habitables con la calefacción y demás instalaciones en funcionamiento correcto, siempre que no haya mediado negligencia del inquilino.













