

Desde hace unos años, pagar grandes cantidades en efectivo en España se ha vuelto un asunto delicado. Tras la entrada en vigor de nuevas leyes, Hacienda ha puesto bajo la lupa los movimientos de efectivo, aplicando multas considerables para quienes no respeten los topes legales.
Con el reciente apagón masivo, muchos ciudadanos se dieron cuenta de lo importante que es tener algo de dinero en efectivo. Pero también ha puesto sobre la mesa una pregunta clave: ¿Hasta qué punto podemos utilizar efectivo sin meternos en problemas con Hacienda?

Nueva normativa de Hacienda para pagos en efectivo: límite máximo de 1000 euros
Hasta hace poco, los españoles podían realizar pagos en efectivo de hasta 2500 euros. Sin embargo, la aprobación de la Ley 11/2021, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, redujo ese límite drásticamente a 1000 euros. Esta cifra se mantiene incluso si el pago se realiza en varias partes, ya que Hacienda considera el total de la operación.
El objetivo de esta normativa, impulsada por el Ministerio de Hacienda y Función Pública y ejecutada a través de la Agencia Tributaria, es claro: dificultar el fraude fiscal y combatir la economía sumergida, dos problemas que impactan seriamente en las arcas públicas.
Ahora bien, existen excepciones. Si quien paga es una persona física que no reside fiscalmente en España, el límite se amplía hasta los 10.000 euros.

¿Qué se entiende como pago en efectivo y de cuánto son las multas?
Cuando hablamos de efectivo, no solo nos referimos a billetes y monedas. Según Hacienda, también entran en esta categoría:
Cheques bancarios al portador.
Cualquier otro medio de pago físico o electrónico que sea al portador, tanto en euros como en cualquier otra moneda.
Por tanto, cualquier transacción que supere los 1000 euros (o 10.000 en el caso de no residentes) no podrá realizarse bajo estas modalidades, so pena de enfrentarse a sanciones.
Ignorar esta limitación puede salir caro. La sanción prevista es del 25% del importe pagado en efectivo que exceda los límites establecidos. Para entenderlo mejor:
Si pagamos 5000 euros en metálico, la multa será de 1250 euros.
Si la operación asciende a 8000 euros, la multa sería de 2000 euros.
Conserva siempre los justificantes
Dentro de este plan de control del efectivo, la Agencia Tributaria podrá exigir a las partes involucradas en una operación la presentación de tickets o facturas como prueba de que la transacción se realizó respetando la ley.
Es recomendable guardar toda la documentación relacionada durante al menos cinco años, ya que:
El posible fraude prescribe a los cinco años desde que se comete la infracción.
La sanción también prescribe a los cinco años, pero contando desde el día siguiente a la firmeza de la resolución sancionadora.












