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El Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones de Rusia (Roskomnadzor) ha iniciado un bloqueo parcial de WhatsApp y Telegram en todo el país. La medida, que comenzó a aplicarse esta semana, limita el acceso a ciertas funciones y ha provocado interrupciones intermitentes en los servicios de mensajería para millones de usuarios.

Según el organismo regulador, la decisión está vinculada a "incumplimientos de la legislación nacional sobre el almacenamiento de datos y la moderación de contenidos extremistas". Sin embargo, analistas sostienen que forma parte de una estrategia más amplia del Kremlin para reforzar su control sobre las comunicaciones digitales en un contexto de creciente tensión política y militar.

Cómo funciona el bloqueo a WhatsApp y Telegram en Rusia

El bloqueo no implica una desconexión total, sino restricciones técnicas que afectan la entrega de mensajes, el envío de archivos y las llamadas de voz y video. Varios proveedores de internet rusos han empezado a filtrar el tráfico hacia los servidores de estas aplicaciones, lo que genera lentitud o desconexiones intermitentes.

En el caso de WhatsApp, las limitaciones parecen centrarse en las funciones de grupos grandes y difusión masiva, mientras que en Telegram se han visto afectados algunos canales de noticias independientes y bots informativos. Usuarios han reportado que con el uso de VPN es posible restaurar parcialmente el servicio.

Las razones detrás de la decisión del Kremlin

Oficialmente, el Roskomnadzor acusa a WhatsApp y Telegram de no cumplir con la obligación de almacenar los datos de usuarios rusos en servidores dentro del país y de no eliminar contenido considerado extremista. No obstante, organizaciones de derechos digitales como Access Now señalan que la medida tiene un fuerte componente político, ya que coincide con el aumento de la censura previa a eventos electorales.

Rusia ya había aplicado medidas similares en el pasado contra LinkedIn (bloqueado desde 2016) y contra Facebook e Instagram, plataformas que actualmente permanecen restringidas. La estrategia apunta a consolidar el uso de servicios nacionales como VK Messenger y TamTam, que están bajo supervisión directa del Estado.

El impacto para los usuarios y la respuesta internacional

El bloqueo parcial afecta a millones de usuarios rusos que dependen de estas aplicaciones para la comunicación personal, profesional y el acceso a información independiente. Las empresas afectadas no han emitido comunicados formales, aunque se espera que exploren vías técnicas para sortear las restricciones.

Organizaciones internacionales como Human Rights Watch han advertido que este tipo de bloqueos vulnera el derecho a la libertad de expresión y limita el acceso a información veraz. A su vez, varios gobiernos occidentales han condenado la medida y han instado a Moscú a revertirla, advirtiendo que podría profundizar el aislamiento digital del país.