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El debate por la quita de deuda autonómica aprobada por el Gobierno central ha generado un nuevo enfrentamiento político entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y las comunidades gobernadas por el Partido Popular (PP).

La condonación parcial de 83.252 millones de euros a repartir entre las autonomías del régimen común fue presentada como un mecanismo para aliviar la carga financiera, pero en varias regiones gobernadas por el PP se percibe como una trampa política vinculada al apoyo de fuerzas como Junts.

La polémica se intensificó después de que Andalucía, Cantabria, Galicia y la Comunitat Valenciana, entre otras, anunciaran que no se acogerán a la medida. Al mismo tiempo, el Gobierno defiende que la condonación beneficiaría directamente a los territorios, y acusa a los populares de poner los intereses partidarios por encima de la gestión económica.

En este contexto, voces de peso dentro del PP salieron a desmentir cualquier orden interna desde Génova para bloquear la propuesta. Los presidentes autonómicos recalcaron que cada comunidad ha tomado su propia decisión, en base a análisis internos y no a imposiciones de la dirección nacional.

Moreno asegura que Andalucía no caerá en la "treta" de la quita

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, rechazó tajantemente que haya recibido alguna instrucción del líder nacional del PP. En declaraciones recogidas por EFE, afirmó: "A mí no me consta (esa directriz), a mí jamás nadie me ha dado una orden. No veo a Alberto Núñez Feijóo, que ha sido presidente de una comunidad autónoma, dando esa orden".

Moreno recalcó que en las condiciones planteadas por el Ejecutivo central, Andalucía no participará en la medida. Para el presidente andaluz, esta condonación es "una treta única y exclusivamente para mantener al señor Sánchez", y agregó que por parte de su comunidad "no se va a coger esa manzana. No somos tan ingenuos, no vamos a caer ni vamos a participar".

Buruaga: "El Partido Popular no es una secta"

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, también se sumó a las críticas al planteamiento del Gobierno y negó cualquier directriz desde Madrid. "Aquí el único interés que juega es el interés de la comunidad autónoma, el interés de los cántabros", remarcó en Santander.

Consultada sobre posibles órdenes desde Génova, fue tajante: "No hay ni frente común, ni consignas ideológicas, ni orden, ni instrucciones de partido". Incluso defendió que la pluralidad es una característica de la formación popular: "El Partido Popular no es una secta", puntualizó.

Alfonso Rueda marca la posición de Galicia

Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, insistió en que las decisiones se toman en función de los intereses regionales. "No creo que ningún presidente autonómico reciba órdenes de nadie, yo desde luego no las recibo", declaró ante los medios.

Recordó que quienes hoy están al frente del PP a nivel nacional también fueron presidentes autonómicos y, por lo tanto, comprenden esta autonomía de criterio: "Entiende perfectamente que las comunidades autónomas deben actuar en defensa de los intereses de la gente que da la confianza". Y concluyó de manera tajante: "Aquí no hay ninguna instrucción".

Mazón denuncia un "chantaje" a la Comunitat Valenciana

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fue uno de los más críticos al referirse a la propuesta de condonación. Preguntado por los medios a su llegada al Palau de la Generalitat, declaró: "De chantajes nada, y de menospreciar a la Comunitat Valenciana, nada".

El dirigente popular añadió: "Lo hemos dicho por activa y por pasiva, que ya está bien de chantajes", dejando claro que su Gobierno no aceptará acogerse a una medida que, en su opinión, no resuelve los problemas de infrafinanciación que arrastra la región.

Luis Planas pide "altura de miras" al PP

Frente al rechazo de las comunidades populares, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, lamentó la negativa a aceptar la condonación de deuda y acusó a los presidentes autonómicos del PP de responder a intereses partidarios.

En un desayuno organizado por el Diario Ideal de Granada, señaló: "No entiendo que el presidente de la Junta diga que no a una oferta que beneficia a Andalucía, porque condonar 18.800 millones significa mayor margen desde punto de vista fiscal".

El ministro recalcó que este tipo de acuerdos han sido habituales en la política española y recordó antecedentes durante gobiernos del Partido Popular. Sobre la negativa de las autonomías populares, fue contundente: "Esa negativa no responde a intereses públicos sino a una posición de partido".

Planas instó a dejar de lado la confrontación: "Los acuerdos en política son perfectamente legítimos", pidió, reclamando "altura de miras" para garantizar la estabilidad institucional y avanzar en una reforma pendiente desde 2013.