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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistirá este jueves en París a la reunión de la Coalición de Voluntarios por Ucrania, un encuentro convocado para revisar los avances sobre las garantías de seguridad a Kiev y la estrategia de presión colectiva contra Rusia.

El foro estará encabezado por el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, y contará con la presencia del mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski.

El viaje a París tendrá lugar un día después de que Sánchez firme en Londres un acuerdo bilateral con Starmer que busca reforzar la cooperación estratégica entre España y el Reino Unido en distintos ámbitos.

En la capital francesa, el cónclave se desarrollará en formato híbrido, con algunos líderes de forma presencial y otros conectados por videoconferencia.

¿Cuál es el objetivo de la reunión en París?

La cita de la Coalición de Voluntarios pretende evaluar el trabajo realizado en las últimas semanas sobre las garantías de seguridad que reclaman las autoridades ucranianas, en un contexto en el que la guerra sigue sin perspectivas inmediatas de resolución.

Según fuentes del Elíseo, la discusión también abordará las consecuencias del rechazo de Rusia a cualquier negociación seria para poner fin al conflicto.

El encuentro reunirá a numerosos países europeos junto con socios como Canadá, Japón y Australia, en un intento por coordinar esfuerzos diplomáticos y reforzar el apoyo político y militar a Kiev.

La presidencia francesa insiste en que lograr un alto el fuego resulta "esencial" y "extremadamente importante" para la población ucraniana, aunque subraya que Estados Unidos debe desempeñar un papel clave para que esto sea posible.

¿Qué papel juega Estados Unidos en este escenario?

Fuentes francesas recordaron que el presidente estadounidense, DonaldTrump, había explorado en la cumbre de Alaska con el líder ruso, Vladímir Putin, la posibilidad de un acuerdo directo entre Moscú y Kiev sin pasar previamente por un alto el fuego.

Incluso había otorgado a Putin un plazo de 15 días para reunirse con Zelenski, plazo que ya expiró.

Ante esta situación, el Elíseo considera que corresponde ahora a Washington definir la estrategia a seguir y extraer las conclusiones necesarias tras el fracaso de esa iniciativa.

Para los aliados europeos, la reunión en París se convierte en una oportunidad de reafirmar el compromiso colectivo y de ajustar la presión internacional sobre Rusia, en un momento en el que la resistencia ucraniana necesita señales firmes de respaldo.