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La tensión dentro del Gobierno de coalición volvió a quedar expuesta tras una reunión sin avances entre el PSOE y Sumar, en medio de los casos de presunta corrupción y denuncias de acoso sexual que afectan a dirigentes socialistas.
Desde el espacio que lidera Yolanda Díaz expresaron su malestar por la falta de propuestas concretas y alertaron que la continuidad de esta actitud puede comprometer el acuerdo que sostiene la legislatura.
El encuentro, celebrado en el Congreso y de perfil político bajo, cerró sin compromisos claros. Sumar reclamó explicaciones públicas, medidas contra la corrupción y un impulso renovado a la agenda social, mientras que el PSOE defendió la normalidad del funcionamiento del Ejecutivo y evitó plantear cambios de fondo.
Durante cerca de dos horas, representantes de ambas fuerzas intercambiaron diagnósticos, aunque sin resultados tangibles. Sumar insistió en que la ciudadanía exige respuestas y transformaciones, y remarcó que la cordialidad no alcanza frente a una crisis política que, a su juicio, debilita al bloque progresista.
Desde el PSOE, en tanto, se relativizó el alcance del encuentro y se insistió en la estabilidad del Gobierno. La distancia entre ambos socios quedó reflejada en la falta de anuncios y en la persistencia de posiciones enfrentadas sobre cómo encarar el tramo final de la legislatura.
¿Por qué Sumar endurece su postura frente al PSOE?
El espacio que integra Sumar considera que el silencio y la falta de iniciativas del PSOE agravan el desgaste político. Desde esa mirada, la ausencia de explicaciones ante los casos que afectan al partido mayoritario alimenta el desánimo entre votantes progresistas y fortalece a la oposición conservadora.

Sumar sostiene que la legislatura atraviesa un punto crítico y que resulta imprescindible un giro claro. Por ese motivo, reclama medidas visibles contra la corrupción, decisiones políticas que reactiven la agenda social y una señal de autocrítica que recupere la confianza ciudadana.
Además, el entorno de Yolanda Díaz advierte que mantener el statu quo equivale a bloquear el rumbo del Gobierno. En ese escenario, el acuerdo de investidura deja de ser una garantía automática y pasa a depender de gestos políticos concretos por parte del PSOE.
¿Qué margen queda para relanzar la legislatura?
Pese al malestar, Sumar afirma que todavía existe una oportunidad para reencauzar el proyecto común. La coalición propone avanzar de inmediato en medidas sociales, como la moratoria de los desahucios, la garantía de suministros básicos y el control de los precios de la energía y los alimentos.

La vicepresidenta segunda también trasladó al presidente Pedro Sánchez la necesidad de cambios en el Ejecutivo. Aunque el jefe del Gobierno descartó una remodelación, desde Sumar consideran que una reconfiguración podría servir para marcar un nuevo comienzo en la segunda mitad del mandato.
Las próximas reuniones de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno serán clave. Allí, Sumar espera que el PSOE concrete propuestas y defina un nuevo impulso político.
De no ocurrir, la tensión interna podría traducirse en un escenario de mayor fragilidad para la coalición y para la propia estabilidad parlamentaria.









