

A tres horas de Madrid, en la provincia de Ciudad Real, se encuentra Almadén, una localidad que alberga el mayor yacimiento de mercurio del mundo. Durante siglos, su explotación marcó la vida económica, social y cultural de la región, hasta convertirse en un referente minero a nivel internacional.
Este enclave histórico ha sido reconvertido en un Parque Minero que permite recorrer más de dos mil años de historia de la minería, desde la época romana hasta los trabajos más recientes. El sitio forma parte del "Patrimonio del Mercurio: Almadén e Idrija", declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, que reconoce su importancia global.
Además de su valor industrial, el entorno natural en el que se ubican las minas -las estribaciones de Sierra Morena- aporta un atractivo paisajístico y cultural. El legado del mercurio se refleja también en la arquitectura y las tradiciones de la localidad, desde su casco histórico hasta su singular plaza de toros hexagonal.
Minas de Almadén: cómo es su historia
Las Minas de Almadén son consideradas a nivel mundial un gigantesco depósito de mineral (Giant Ore Deposit), un yacimiento excepcional del que se extrajo aproximadamente el 35% del mercurio consumido por la humanidad.

El valor de este recurso no solo estuvo ligado a la economía global, sino también a los avances tecnológicos que impulsaron nuevas técnicas de explotación. Desde 1995, el yacimiento forma parte del Global Geosites Project, una iniciativa conjunta de la IUGS y la UNESCO para preservar lugares de interés geológico mundial.
La declaración de Patrimonio Mundial incluyó no solo las minas, sino también edificios históricos de la localidad, como el Real Hospital de Mineros de San Rafael, la Real Cárcel de Forzados y la plaza de toros, todos ellos vinculados a la actividad minera y a su impacto en la vida de los habitantes.
Parque Minero de Almadén: cómo son las visitas
El Parque Minero de Almadén ofrece visitas guiadas que comienzan en el Centro de Visitantes, donde se recorren talleres antiguos y los castilletes de los pozos de San Teodoro y San Aquilino. Allí se presenta la evolución histórica de la minería en la zona y se prepara al visitante para la experiencia subterránea.
El acceso al interior de la mina se realiza a través del pozo San Teodoro. Tras descender 50 metros, se recorren galerías excavadas entre los siglos XVI y XVIII, con casco y lámpara individual, en un ambiente que reproduce las condiciones de trabajo de los mineros.
Al finalizar el trayecto subterráneo, los visitantes regresan a la superficie en un tren de vagonetas. En el exterior se pueden contemplar elementos históricos como los hornos metalúrgicos del siglo XVII, la puerta de Carlos IV, la calzada de carros y el horno de tejeras, completando una experiencia que combina turismo cultural, industrial y natural.

Minas de Almadén: cómo llegar en auto desde distintas ciudades
Viajar hasta las Minas de Almadén es sencillo gracias a su buena conexión por carretera con varias capitales cercanas. De ese modo, se puede acceder fácilmente en auto desde las siguientes ciudades cercanas:
- Desde Madrid: se puede llegar en unas 3 horas tomando la A-4 en dirección sur hasta Puerto Lápice y luego continuar por la N-430 y CM-4110 hasta Almadén.
- Desde Ciudad Real: el trayecto es de aproximadamente 2 horas por la N-430 hasta Almadén.
- Desde Córdoba: se tarda unas 2 horas y 15 minutos tomando la N-432 hasta Espiel y luego la N-502 y CM-4110.
- Desde Badajoz: el recorrido dura alrededor de 3 horas por la N-432 y después enlazando con la N-502 y CM-4110.
- Desde Toledo: el viaje en coche es de unas 2 horas y 45 minutos por la CM-42, enlazando con la N-401 y CM-4110.














