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Uno de los protagonistas de la vasta gastronomía callejera de Oriente Medio es el falafel. Este platillo a base de garbanzos y hierbas aromáticas es una auténtica delicia, típica de los puestos de comida que abundan en las calles de Jerusalem o Tel Aviv.

Se trata de una comida sabrosa, nutritiva y saludable que suele servirse acompañada de pan pita y salsa de yogur. Su elaboración es sencilla, solo requiere un poco de tiempo y planificación.

Para lograr el sabor original de la receta se utilizan garbanzos secos hidratados con al menos 24 horas de anticipación. Además, si se cocinan al horno no aportan muchas calorías y pueden ser el acompañamiento ideal para ensaladas.

Ingredientes para preparar falafel casero

  • Garbanzos hidratados: 300 gramos
  • Cebolla: 1 unidad
  • Diente de ajo: 1 unidad
  • Cilantro fresco
  • Perejil fresco
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida
  • Harina de garbanzo: 100 gramos
  • Levadura química: 5 gramos
  • Comino: 10 gramos
  • Aceite de girasol para freír

Paso a paso, cómo hacer falafel casero

El primer paso para preparar el falafel es poner los garbanzos en remojo 24 horas antes de realizar la receta. Transcurrido este tiempo, escurrir y secar las legumbres y pasarlas a la trituradora de cocina.

Luego, añadir el diente de ajo, la cebolla, las hojas de cilantro y de perejil, el comino molido y procesar.

A continuación, añadir la harina de garbanzos, la levadura química y salpimentar a gusto. Triturar de nuevo hasta obtener una mezcla homogénea y dejar reposar la masa en la heladera durante 30 minutos.

Una vez pasado el tiempo, formar pequeñas bolitas del tamaño de una nuez y colocarlas en una fuente con unas cucharadas extra de harina de garbanzos.

Luego, calentar abundante aceite en una sartén y freír a fuego medio-alto hasta que se doren por ambos lados. Por último, dejar reposar en papel absorbente y servir.