

En febrero de 2025, Bill Gates regresó a Harvard casi cincuenta años después de abandonar sus estudios para fundar Microsoft. En una charla con el profesor Arthur Brooks, el empresario presentó su libro "Source Code" y analizó el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad.
Durante el encuentro, el empresario aseguró que la IA representa una nueva fase de la revolución digital. "Lo que estamos haciendo ahora con la inteligencia artificial es una extensión de la revolución digital, porque se basa en los chips y en Internet, y todo eso trata de inteligencia libre", afirmó.
Una inteligencia "libre" que redefine el papel humano
Gates explicó que la computación siempre ha buscado democratizar el acceso al conocimiento, pero esta nueva etapa va más allá. Según dijo, "la inteligencia será completamente libre", lo que significa que la IA no solo ampliará las capacidades humanas, sino que podrá reemplazarlas en muchas tareas.
El cofundador de Microsoft advirtió que este avance implica nuevos riesgos. Recordó que en sus inicios el reto era cerrar la brecha digital llevando ordenadores a escuelas y comunidades vulnerables, pero ahora la preocupación es distinta: "A veces, cuando empoderas a las personas, eso no siempre se dirige en la dirección correcta".
También alertó sobre los peligros de la desinformación; la IA puede reforzar narrativas falsas o, si se gestiona bien, convertirse en una herramienta para combatirlas.
Educación personalizada y tutores digitales
En su intervención, Gates señaló que la IA transformará el aprendizaje en todos los niveles. "Imaginemos un tutor que no solo entienda la pedagogía, sino también la motivación", explicó. Estas herramientas, dijo, podrán detectar las dificultades de cada estudiante y ajustar el contenido en tiempo real.
Aunque reconoció su enorme potencial, subrayó que la tecnología no sustituirá por completo al ser humano. La educación, enfatizó, sigue necesitando empatía, guía y conexión emocional, cualidades que la IA no puede replicar.
La IA en la medicina: precisión y equidad global
Otro de los puntos clave de su exposición fue el papel de la IA en el sistema sanitario. "Es muy profunda y hasta un poco aterradora, porque está ocurriendo muy rápido y no tiene un límite superior", afirmó.
Gates considera que la inteligencia artificial revolucionará el diagnóstico médico, permitiendo detectar enfermedades raras y adaptar tratamientos según el perfil genético de cada paciente. En su opinión, los sistemas de IA podrán ofrecer servicios de atención primaria incluso en lugares con escasez de médicos.
"En el futuro, no habrá escasez de doctores, y las máquinas probablemente serán superiores a los humanos, porque el conocimiento necesario para tomar decisiones supera la cognición individual", añadió. Este cambio, insistió, no solo trata de eficiencia, sino también de equidad, ya que podría acercar la medicina avanzada a los países con menos recursos.
El discurso de Gates en Harvard fue una reflexión sobre cómo la inteligencia artificial redefine la relación entre innovación y humanidad. La promesa es enorme, pero también lo es la responsabilidad.











