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La Tarta de Santiago es un postre tradicional con una rica historia que se remonta a la región de Galicia, en el noroeste de España. Su origen se encuentra en Santiago de Compostela, donde ha sido un símbolo de la gastronomía local y un favorito en celebraciones y eventos. Este pastel, de sabor delicado y textura suave, es una auténtica joya de la repostería española.
La receta de hoy es una versión simplificada y rápida que captura la esencia de la Tarta de Santiago sin complicaciones, ideal para quienes desean disfrutar de un postre tradicional en poco tiempo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Raciones: 8
Ingredientes de la tarta de Santiago
- 5 huevos
- 250 g de azúcar
- La ralladura de un limón
- 250 g de almendra molida
- 50 g de azúcar glas
Cómo hacer la tarta de Santiago
- Precalienta el horno a 180 ºC.
- En un bol, coloca 5 huevos con 250 g de azúcar y la ralladura de 1 limón.
- Bate estos ingredientes con unas varillas hasta que la mezcla blanquee ligeramente.
- Incorpora con cuidado 250 g de almendra molida a la mezcla, batiendo solo lo necesario para conseguir que la almendra quede completamente integrada.
- Pasa esta mezcla a un molde de 24 cm de diámetro, preferentemente desmontable, previamente engrasado con mantequilla.
- Hornea la tarta a 180 ºC, en la parte media-baja del horno, con calor arriba y abajo durante 30 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio. Deja enfriar por completo antes de decorarla.
- Cuando la tarta esté fría, coloca encima la plantilla de la Cruz de Santiago y espolvorea la superficie de la tarta con 50 g de azúcar glas con ayuda de un colador.
- Retira la plantilla de la Cruz de Santiago con mucho cuidado para evitar que se caiga el azúcar depositado sobre la plantilla.
Resumen fácil de preparación
- Mezclar los huevos con el azúcar y la ralladura de limón.
- Batir hasta que la mezcla blanquee.
- Incorporar la almendra molida.
- Pasar la mezcla a un molde redondo.
- Hornear durante 30 minutos a 180 °C y dejar enfriar.
- Colocar la plantilla con la Cruz de Santiago y espolvorear con azúcar glas.
- Retirar la plantilla con cuidado y servir.
