Mucha expectativa había generado la licitación de deuda del Tesoro al ser un termómetro de la liquidez y las expectativas del mercado. Luis Caputo finalmente renovó ayer el total de los vencimientos y además logró financiamiento adicional para armar un colchón de pesos. El comunicado oficial de la Secretaría de Finanzas que conduce Alejandro Lew mostró que adjudicó $ 8,5 billones, una renovación del 112%, habiendo recibido ofertas por un total de $ 9,4 billones.
En el segmento a tasa fija adjudicó Lecap a febrero por $ 2,2 billones al 35,9% anual, a agosto por $ 1,9 billones al 34,5%, Boncap a abril del 2027 por $ 1,3 billones al 34,2%, bonos que ajustan por el CER a marzo con tasa de 9,5% por $ 1 billón y a octubre del 2026 al 9,5% por $ 700 mil millones y por último Letras con ajuste por la TAMAR (plazo fijo mayorista) a agosto por $ 1,3 billones con margen del 5%. Como viene sucediendo en las últimas jornadas, no hay interés en inversores en la deuda que ajusta por el dólar dado que los papeles “dólar linked” fueron declarados desiertos en la subasta.
“Se extendió la duration de $ 1,3 billones a más de 1 año y medio y de $ 2 billones a mas de 1 año” consignó el asesor de Luis Caputo, Felipe Nuñez en la red social X. Un dato importante lo aportó el informe de Aurum al cierre del mercado: “del balance semanal del BCRA se desprende una fuerte caída del stock de pasivos en pesos (Letras en moneda local) para fin de octubre. No descartamos que se deba a la reversión de la compra de pesos del Tesoro de los Estados Unidos o un reposicionamiento en otros activos locales fuera del BCRA”.
Precisamente el BCRA no se quedó atrás y también envió una señal al mercado: bajó la tasa a 1 día en lo que se llama “simultaneas “a 22% anual, desde 25%. A través de estos pases, el BCRA brinda una ventanilla a los bancos para que, en caso de tener excedentes de fondos, puedan colocarlos a ese rendimiento. Actúa como un piso de tasas, lo que contagia al resto de los rendimientos en pesos. “Esta tasa, que actúa como referencia tras el fin de las LEFIs, busca contener la volatilidad del mercado. Según operadores, la medida podría reducir los rendimientos de los títulos en dólares y las tasas interbancarias de corto plazo. Asimismo, anticipa un impacto bajista en los rendimientos de las aplicaciones financieras y los plazos fijos” destacó Capital Markets.
Los adelantos en cuenta corriente que llegaron a estar cerca del 200% anual, ahora se ubican en torno al 55%. La caída es clave para reactivar la economía. La misma tendencia deberían observar los créditos personal pero que aún se hallan en niveles elevados.
¿Qué puede pasar a futuro? Sencillamente que se mantenga este interés de inversores en aprovechar los rendimientos en pesos, aún bastante por encima de la inflación esperada. Sólo basta comparar el 36% de rendimiento de las Lecap contra una inflación que en el 2026 puede estar cómodamente por debajo del 20% anual. Por ello es que inversores aprovechan este diferencial y se colocan a plazos más largos. Indirectamente reducen esa brecha entre la tasa en pesos y la inflación esperada.
El 26-O marcó un antes y un después para el sistema financiero. Bonos y acciones en alza, dólar calmo, tasa en baja. Que esta vez se consolide.
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