

Reutilizar recipientes de plástico para almacenar alimentos en el congelador o la heladera es un hábito muy común entre las personas de distintos países, especialmente cuando se trata de legumbres en los potes de yogurt, ya que, al comprar el producto, el recipiente con tapa proviene de "bonus".
Además de ser sostenible, esta práctica simplifica la organización en la cocina, pero ¿es realmente segura?
Para la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) utilizar potes de plásticos para almacenar alimentos puede significar una amenaza para la salud.
Por este motivo, la ANMAT prohibió en Argentina los recipientes de plásticos producidos con Bisfenol A.
¿Por qué no deberíamos reutilizar los potes de yogurt para almacenar alimentos?
Los envases de plástico, en general, no son los más apropiados para almacenar alimentos. Esto se debe a que también favorecen la acumulación de suciedad y restos de alimentos, lo que puede provocar la proliferación de bacterias y otros microorganismos dañinos.

¿Qué es es el bisfenol A y por qué es peligroso para la salud?
Cuando nos referimos a estas sustancias nocivas presentes en los envases estamos hablando del bisfenol A, más conocido como BPA, que es un compuesto químico utilizado en la producción de plásticos y resinas, que se encuentra en envases, vasos, platos y utensilios diversos.
Para aquellos que no pueden cambiar los frascos de plástico por los de vidrio, que son más caros, se aconseja buscar recipientes sin BPA que puedan ir en el microondas. Otro consejo importante es tratar de calentar los alimentos en platos de vidrio o cerámica.
Hay que recordar que en Argentina el Bisfenol A está prohibido para la producción de recipientes que vayan a almacenar alimentos , según la Disposición 1207/2012.
¿Qué recipiente es ideal para almacenar alimentos?
Dados los posibles riesgos que el BPA puede ofrecer a la salud, es importante buscar alternativas más seguras a la hora de almacenar los alimentos en casa. Para ello, se recomienda el uso de frascos de vidrio, especialmente del tipo hermético.
Estos envases son antitóxicos, fáciles de higienizar y libres de sustancias nocivas para la salud. Se pueden lavar, hervir y desinfectar. Además, los recipientes de plástico nunca deben calentarse en el microondas.
Esto se debe a que incluso aquellos que están libres de BPA pueden contener en su composición otras sustancias nocivas, como los ftalatos, un compuesto químico que hace que los plásticos sean maleables y que tienen potencial carcinogénico.

















