

En un contexto global de crecientes tensiones geopolíticas y la amenaza de conflictos a gran escala, América Latina vive una transformación silenciosa pero significativa en su panorama militar.
Brasil, Colombia y Perú, tres naciones clave de la región, están a punto de consolidar una capacidad tecnológica que podría redefinir el equilibrio estratégico sudamericano: la incorporación de cazas con radares AESA, liderados por el avanzado Saab Gripen NG, también conocido como Gripen E.

¿Qué significa un radar AESA y cuál es su impacto revolucionario?
El radar AESA (Active Electronically Scanned Array) representa la última generación en tecnología de detección y seguimiento aéreo. A diferencia de los radares mecánicos tradicionales, que requieren movimiento físico de la antena, el AESA emplea una matriz de módulos emisores y receptores de estado sólido que dirigen el haz electrónicamente.
Esto permite búsquedas múltiples, continuas y simultáneas de objetivos aéreos y terrestres, con velocidad y precisión inalcanzables para los sistemas convencionales. Entre sus ventajas destacan:
- Mayor alcance y velocidad de escaneo, que permite detectar y rastrear más blancos en menos tiempo.
- Capacidad de operar en entornos electrónicos hostiles, gracias a su baja probabilidad de ser interceptado (LPI), lo que dificulta que el enemigo detecte su presencia.
- Emisión de señales en diferentes frecuencias y formación de múltiples haces, lo que incrementa la discreción y la supervivencia del avión en combate.
Brasil: primer país latinoamericano en operar el Gripen NG de última generación
Brasil es el primer país latinoamericano en operar el Saab Gripen NG, un caza sueco de generación 4.5+ que cuenta con un radar AESA de última tecnología, además de sistemas avanzados de guerra electrónica y arquitectura abierta para futuras actualizaciones.
En Brasil ya vuelan cerca de diez de estos aviones, pero su flota final constará de 36 unidades, fabricadas en parte localmente en la empresa Embraer, gracias a un acuerdo de transferencia tecnológica con Suecia. En cuanto a armamento, el Gripen NG puede portar una amplia gama de misiles aire-aire y aire-superficie, incluyendo:
- Meteor: misil aire-aire de largo alcance, considerado uno de los más avanzados del mundo.
- IRIS-T y AIM-9: misiles de corto alcance.
- Misiles de precisión para ataque a tierra y bombas guiadas por GPS.
- Perú, por su parte, avanza en el proceso parlamentario para adquirir 12 Gripen NG, con la posibilidad de ampliar el pedido hasta 24 unidades en futuras etapas. La Fuerza Aérea del Perú evalúa otros modelos como el F-16 Block 70 (de Estados Unidos) y el Rafale F4 (Francia), todos con radar AESA y capacidad de combate más allá del alcance visual (BVR).

Colombia: líder en tecnología aérea con la transición a Gripen NG
Colombia fue el primer país sudamericano en operar cazas con radar AESA, al incorporar el sistema IAI Elta EL/M-2052 en sus aviones de origen israelí Kfir C10. Este radar permite a los Kfir detectar y rastrear hasta 64 objetivos simultáneamente y operar en entornos de guerra electrónica avanzada. Además, la flota colombiana cuenta con misiles aire-aire Rafael I-Derby e I-Derby-ER, de medio y largo alcance.
Sin embargo, Colombia ha decidido cerrar la era de los Kfir y ha oficializado la adquisición en abril de 2025 del Gripen NG, que también estará equipado con radar AESA y misiles BVR, consolidando así un avance tecnológico que la mantiene a la vanguardia regional. El presidente Gustavo Petro confirmó la compra, pero aún no se dieron detalles sobre la cantidad de unidades ni sobre el armamento que portarán.
Un nuevo balance militar en la zona
La llegada de cazas con radar AESA en Brasil, Colombia y posiblemente Perú, representa un hito en la capacidad de defensa aérea sudamericana. Estas aeronaves no solo brindan una ventaja tecnológica, sino que también comunican un mensaje contundente: América Latina se está preparando, en paz pero con firmeza, para afrontar los retos de un mundo cada vez más incierto.
Colombia y Perú modernizan sus fuerzas aéreas con nuevos cazas
En este contexto de modernización militar, la cooperación entre Brasil, Colombia y Perú podría abrir la puerta a una mayor integración en defensa, permitiendo el intercambio de tecnología y tácticas. Esta sinergia no solo fortalecería sus capacidades individuales, sino que también podría establecer un frente unificado ante amenazas externas.
Además, la creciente inversión en tecnología militar en América Latina refleja una preocupación por la seguridad regional, impulsada por la inestabilidad en otras partes del mundo. La adopción de cazas avanzados como el Gripen NG y la implementación de radares AESA son pasos significativos hacia la creación de fuerzas aéreas más competitivas y efectivas en la región.













