

El hambre en América Latina y el Caribe está en su punto más alto desde el año 2000, tras un aumento del 30% en el número de personas que padecen inseguridad alimentaria entre 2019 y 2020, lo que supone que 13,8 millones más y ahora llegan a un total de 59,7 millones de personas, alertaron hoy varias agencias de Naciones Unidas.
El "Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021" apunta a que la prevalencia del hambre en la región se sitúa actualmente en el 9,1%, la más alta de los últimos 15 años. Cuatro de cada 10 personas en la región -de 267 millones- experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2020.

Son 60 millones más que en 2019, o un aumento de 9 puntos porcentuales y el incremento más pronunciado en relación a las demás regiones del mundo.
Además, en América del Sur, la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó en 20,5 puntos porcentuales entre 2014 y 2020.
un día o más sin comer
La inseguridad alimentaria grave, es decir, personas que se quedaron sin alimentos o pasaron un día o más sin comer, alcanzó el 14% en 2020, lo que supone un total de 92,8 millones de personas, un "enorme aumento" en comparación a 2014, cuando afectaba a 47,6 millones de personas.

El informe fue respaldado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos y Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
"Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrenta una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Ha habido un aumento de casi el 79% en el número de personas con hambre entre 2014 y 2020 ", denunció el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, que indicó que si bien la pandemia agravó la situación, "el hambre ha ido en aumento desde 2014".













