

El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS) sorprendió este lunes con una propuesta dirigida a inmigrantes que se encuentran en situación irregular. A través de su cuenta oficial de X, y en contexto de una promoción por el Cyber Monday, ofreció la posibilidad de regresar al país de origen en un vuelo gratuito y recibir un pago de 1.000 dólares al momento de embarcar.
La publicación no incluyó información adicional sobre requisitos, inscripciones o cantidad de beneficiarios. El anuncio se difundió con un video y un afiche oficial donde se promociona el incentivo: “1000 dólares y un vuelo gratuito de regreso a casa”.
Además, hasta el momento, no se publicaron protocolos operativos ni documentos que permitan conocer cómo se implementará. Tampoco se aclaró qué organismos se encargarán de verificar la identidad de quienes acepten la oferta o si habrá asistencia posterior.
Por su parte, la medida aparece en un contexto de fuerte presión sobre el sistema migratorio, con detenciones en aumento y un debate político intenso sobre la presencia de inmigrantes indocumentados en el país. Aunque el DHS no lo menciona expresamente, el anuncio se inserta en la lógica de los programas de retorno voluntario, una figura presente en la legislación migratoria estadounidense.

El anuncio del DHS se inscribe en una larga disputa entre la administración Trump y las comunidades de inmigrantes, especialmente los latinoamericanos. Desde su primera gestión, Trump impulsó políticas de endurecimiento fronterizo, ampliación de detenciones, restricciones de asilo y un discurso que convirtió a la inmigración irregular en uno de los ejes centrales de su plataforma.
Las comunidades latinas fueron, en varias ocasiones, el foco de medidas específicas: desde la eliminación de protecciones temporales hasta los intentos de limitar la reunificación familiar. La retórica presidencial reforzó esa tensión con argumentos vinculados a seguridad, empleo y control territorial.
El contexto regional también suma un elemento adicional. La relación entre Washington y Caracas atraviesa uno de sus momentos más conflictivos. En los últimos días, Trump confirmó haber mantenido una llamada telefónica con Nicolás Maduro, a quien le pidió “abandonar Venezuela”. Esa revelación reactivó un escenario diplomático complejo y volvió a poner a Venezuela en el centro del debate migratorio, por el impacto de su crisis humanitaria en el flujo de personas hacia Estados Unidos.
Además, advierten que quienes permanezcan en el país de manera ilegal podrían recibir multas, ser arrestados, deportados e incluso sufrir la prohibición de ingresar nuevamente a Estados Unidos.















